HISTORIAS DE NUESTRA GENERACIÓN

sábado, 24 de mayo de 2008

Finales alternativos II

Me despierto en mi cama y miro el reloj. Las nueve y dieciocho de la mañana. Me he quedado dormido. No voy a llegar a tiempo para despedirme de ella. Si su vuelo sale a las diez de la mañana y yo me tengo que vestir, asear y conducir hasta el aeropuerto, seguro que cuando llegue, ella ya estará en los cielos y ya nunca volverá.

De todas maneras, lo nuestro había acabado.

Acabó todo cuando se me ocurrió abrir mi jodida boca para decirle que había disfrutado más acostándome con su amiga que con ella…. Obviamente, no era verdad. Fue un arrebato que tuve. Duele mucho ver como echas por tierra una relación, como pierdes, sin poder hacer nada por remediarlo, una mujer que te ha querido y te ha dado todo lo que tenía a cambio de nada.

Ya no puedo hacer nada. La engañé con otra mujer y la desprecié.
Me lo tengo merecido.
Ha decidido irse a Londres a trabajar. Ha querido alejarse de todo y empezar una nueva vida.

Bueno, ya que estoy despierto iré a la cafetería de abajo a desayunar. Ojala esté la camarera del otro día, tiene un cuerpo impresionante.

Está sonando el teléfono. (¿Será ella?) No seas estúpido. Hazte a la idea de que jamás volverá a ponerse en contacto contigo.

-Si, ¿dígame?
- … Soy yo.

(¡Es ella!)

- ¿Te quedas al final?
-No te hagas ilusiones. Sólo quiero decirte una cosa..
- Escucha, no te vayas. Te pido que me des una oportunidad. Ya verás como voy a cambiar.
- No me interrumpas y escucha lo que te voy a decir. Estuve muy enamorada de ti. Durante todo este tiempo he sacrificado algunas cosas de mi vida por estar contigo. No acepté un trabajo en otra ciudad por quedarme a tu lado. Te apoyé y estuve a tu lado en todas las decisiones que tomaste y que luego no te salieron bien. Te ofrecí mi hombro cuando llorabas por sentirte un desgraciado. Pero tú nunca has visto más allá de tu persona. Lamentablemente siento haber perdido el tiempo contigo.
Me doy cuenta que nadie merece estar a tu lado y ojalá que te quedes solo para siempre. Me has roto el corazón pero yo se enfrentarme a esto y podré reponerme. Tú en cambio, jamás has sabido enfrentarte por ti sólo a los problemas.
Te dejo definitivamente. Haces el ridículo diciendo que puedes cambiar. Nunca cambiarás. Serás siempre un egoísta. Me decías que me querías y al mismo tiempo me eras infiel y yo mantuve mi amor, siempre intacto, a ti.
Adiós y hasta nunca.

- Oye, una cosa…

Ha colgado. Tenía ganas de desahogarse la chica. No es la primera vez que me sueltan todo este rollo.
Bueno…
Me voy a vestir y paso por la cafetería a ver si está la camarera esa. La puedo invitar a salir esta noche, espero que diga que sí y no sea otra estrecha de esas.

1 comentario:

El Secretario dijo...

Hola Caballos (!!??)

Buenos finales: éste y el anterior.

Ese final de la camarera es...
Es la vida misma: los hombres (en su inmensa mayoría) somos así.

No hemos terminado con una y ya estamos mirándole el culo a otra.


Un abrazo.