HISTORIAS DE NUESTRA GENERACIÓN

lunes, 8 de diciembre de 2008

Caballo Ganador

La pantalla de mi teléfono móvil destellaba sin parar. Al principio estaba desorientado, pero pronto comprendí que había vuelto a quedarme dormido en el sofá del salón. Alargué el brazo perezosamente y acerqué el móvil a mi cara. “Tiene usted 1 llamada perdida.”

¿Por qué me habría llamado Alfonso a las 5 de la madrugada? Y lo más importante… ¿Por qué me habría servido ese último vodka que ahora tamborileaba mi cabeza?

La luz se abría paso por las estrechas rendijas de la persiana… era ya de día.Me levanté entumecido y, resignado, me dí una eterna ducha de agua hirviendo.¿Quién me mandaría haber accedido finalmente a ir esa mañana al hipódromo?

Las calles estaban prácticamente vacías. Un camión de la basura levantaba enormes contáiners naranjas como si fueran de papel, mientras la mierda caía desordenadamente en su interior.

El coche de atrás me pitó. El semáforo ya estaba en verde… - Y dale con la hijoputésima, pensé…- En esta ciudad existe una medida temporal genuina, la "hijoputésima". La milésima de segundo que transcurre entre que el semáforo se pone en verde y te pita el "hijoputa" de atrás. Embragué primera y las ruedas de mi coche chirriaron mientras me lanzaba calle arriba.

Estaba a unos cinco minutos del hipódromo. Aproveché para llamar a Alfonso. Me había dejado intrigado su llamada a esas horas de la madrugada, aunque no era la primera vez que lo hacía. Una vez perdió las llaves de su apartamento por dejar olvidada la chaqueta en un ropero. Otra, me despertó sobresaltado para ponerme en directo un tema de los Subirós Quartet Band - ¡Son la polla!- se le oía gritar por encima de un Hammond desenfrenado… -¡Te estás perdiendo el concierto del siglo!…-

Al segundo tono, la voz de Alfonso sonaba por los bafles del coche, parecía excitado.
- ¿Dónde demonios estabas anoche?… he tenido una idea cojonuda… Necesito que nos veamos todos en la Bocateca. Cuanto antes.
- Estoy de camino al hipódromo. He quedado con Fernando Gimeno… no sé, insistió tanto que no pude negarme. Dice que quiere que conozca a alguien. Hasta esta tarde me va ser imposible…

Cuando colgué el teléfono estaba entrando en el párquing norte del Hipódromo. Era el más próximo a la zona de ensilladeros y allí es donde había quedado con Fernando.

Fernando era el jefe de comunicación del hipódromo. Era un tipo cordial y extremadamente educado, siempre estaba sonriendo. Solía fijarse en pequeños detalles que para los demás pasaban desapercibidos. Creo que esa curiosa cualidad le había llevado hasta donde estaba. Su carrera profesional había subido como la espuma en los últimos 5 años.

-Te veo muy bien, Fernando.- Le grité unos metros antes de llegar hasta donde estaba.
- Te diré lo mismo en cuánto te quites esas gafas de sol y te vea los ojos- Contestó con una sonrisa burlona. - Siento haberte hecho madrugar tanto, pero tengo que presentarte a alguien… verás como merece la pena.

Compré unos boletos en la caseta de apuestas y nos dirigimos a la cafetería.Las carreras no empezaban hasta las once y cuarto y además me había comentado que allí estaba la persona que quería presentarme.

- Tiene mucho interés en conocerte. No sé cómo salió la conversación pero, en cuanto le dije que habíamos estudiado juntos, no paró de insistir en que debía de presentaros…Es un hombre extranjero, muy peculiar, del gremio. La verdad es que te llamé para que vinieras porque me ha insistido tanto que hasta yo tengo curiosidad por saber de qué va todo esto…

Yo le escuchaba desconcertado mientras iba desgranando apasionadamente los detalles de aquella rocambolesca historia.
Entramos en la cafetería y Fernando miró a su alrededor escrutando a todas las personas que esperaban impacientes el inicio de las carreras. Algunos comparaban sus apuestas y las comentaban con sus amigos de mesa. Fanfarroneaban y se reían animadamente.Un camarero se acercó a Fernando y le entregó un sobre. Fernando se giró y me miró por un segundo. Acto seguido empezó a interrogar al camarero. Desde donde yo estaba no alcanzaba a oir la conversación, pero la cara del camarero era un poema.Fernando se acercó a mi desencajado.

- Lo siento, Nacho… No logro entender lo que ha sucedido. La persona que quería conocerte no está… se ha ido, vamos. Siento haberte levantado de la cama para esto… menudo impresentable, no me lo explico…

Sonreí intentando disimular mi decepción. La verdad es que aquella historia había llegado a despertar mi curiosidad.

– No importa- Le corté. – De verdad que me encanta venir al hipódromo los domingos por la mañana. Además, que hoy tengo un buen presentimiento. Sé que llevo caballo ganador.- Añadí mientras le guiñaba un ojo para tranquilizarle.

Fernando seguía disculpándose.

- Bueno. Pero que sepas que estás invitado a todo… a la carpa Green Pass también, por supuesto. Por cierto. Igual no quieres saber nada pero, antes de irse, este tipo ha dejado un sobre para ti.

Extendió su brazo y me entregó un sobre blanco que llevaba escrito mi nombre y apellidos. Me metí rápidamente el sobre en el bolsillo. No estaba muy enfadado pero me interesaba hacerme el ofendido. No siempre me invitaba Fernando a la carpa Green Pass… eso había que aprovecharlo.

(…)

Fue justo en ese momento. Sentado en una mesa de la Bocateca escuchando como Alfonso leía en alto otro pasaje del diario de Alenpoi, cuando recordé lo que me había pasado esa mañana en el hipódromo. Llevarme ese caballo ganador había hecho que olvidara por completo lo sucedido en la cafetería. Di un salto y me dirigí apresuradamente hacia mi abrigo.

-¿Qué te pasa?- gritó Abril sobresaltada.

Alfonso detuvo su lectura y levantó la cabeza. Escudriñé el primer bolsillo. Nada. En el segundo bolsillo palpé el sobre que me había entregado Fernando y lo saqué.

- ¿Y ese sobre?- Preguntó Andreu. – ¿Te has olvidado de pagar el recibo del gas?

Le di la vuelta al sobre. Había algo escrito en la solapa. Era el nombre del remitente. Lo leí en voz alta.

– Mister Aberynd Jaeger… ¡El abrecartas, rápido. Pasadme el abrecartas!

Escrito por Nacho Perxas

domingo, 7 de diciembre de 2008

Un mensaje a descifrar

Año 1984
"Ya lo he decidido. Me cojo el primer barco a Italia y desde ahí cojo el primer avión a España. Es más sencillo para mí ir a Barcelona que no a Madrid. La zona por donde vive el señor Dalí está más cerca de Barcelona. Tengo que encontrarle antes que ellos le encuentren. Y ahora que pienso, antes que ellos me encuentren a mí también. No se cómo me he metido en esta historia. Me parece que estoy viviendo una película de cine negro del señor Hitchcock, una del estilo de Notorius, que vi con mi padre en el cine a los siete años o aquélla otra que fui solo, North by Northwest.

Pues sí, estoy viviendo una película de cine negro y de suspense, pero en este caso, los malos sí que son de verdad y te pueden hacer mucho daño. Puedo enfrentarme a ellos o huir. Huir si uno quiere sobrevivir. Yo no lo sé. Quizá me ocurra algo, pero soy un periodista y me he comprometido a averiguar la verdad de todo. Éstas son las últimas palabras que dejo escritas en mi diario.
Voy a donde vive Abernyd y se lo dejo para que me lo guarde. Le diré que me ausentaré tres días y que al cuarto día le volveré a ver. Como no va a ser así, cuando vea que no he vuelto, cogerá el diario y lo leerá. Entonces conocerá todo lo que he investigado en estos dieciseis años sobre el caso Dalí, y si yo desaparezco, él sabrá por qué, e irá a buscarme."


Año 1968
"Tras la rueda de prensa o charla del señor Dalí, el delegado de cultura del ayuntamiento de París y el director de la sala de exposiciones del Jeu de Paume animaron al señor Dalí a recorrer la galería para que nos enseñase y explicase, a los periodistas que estábamos, sus cuadros. Yo estaba algo cansado pero tenía curiosidad por aprender un poco qué quería transmitir Salvador Dalí con sus cuadros. Ese hombre había fascinado a medio país civilizado y yo todavía, no llegaba a entender por qué.

Salimos del recinto y la comitiva del ayuntamiento acompañaron al pintor a su hotel. Los periodistas empezaron a irse a sus periódicos o revistas. Yo decidí descansar un rato y entré en la primera cafetería que vi. Me acerqué a la barra y pedí al chico que servía, un café. Me puse a redactar a limpio mis notas cuando me fijé que el hombre que tenía a mi lado, sacaba su cartera del bolsillo del pantalón y no se percataba de que un papel doblado, que presumiblemente estaba en el bolsillo, había caído al suelo. Pagó y se marchó. Intenté avisarle “señor, mesier, excuse mua, perdone, su papel.” Fue inútil, salía ya por la puerta de la cafetería. Me agaché y cogí el papel. No pude evitarlo y lo desdoblé. Vi que había algo escrito. Leí “S.D. mejor que desaparezca. El águila se encuentra con nosotros. Traslado Berlín 20:45.” ¿Qué demonios era eso? No lo entendía. Una cosa sí que supe que debía de hacer, seguir a ese hombre.

Salí corriendo de la cafetería y en la calle miré en todas la direcciones. Recordaba que ese hombre era rubio y llevaba una chaqueta gris. Miré a la izquierda y luego a la derecha. Le encontré. Fui en su dirección. Me puse a seguirle. No sé si lo que estaba haciendo tenía algún sentido, pero yo sabía lo que había leído en esa nota y había algo de misterioso en todo eso.
El hombre rubio caminaba recto por una calle, luego giró a la derecha y luego a la izquierda. Llegó a un hotel, el Hotel Suizo, entró y posteriormente lo hice yo. Ahí estaba en el hall, encendiendo un cigarrillo. Me fui hacia la tienda donde vendían prensa y revistas y me quedé observándole. Se le acercó otro hombre y comenzaron a hablar. No duró mucho la conversación que mantuvieron. El segundo hombre le dio un sobre y se marchó por donde vino. Mi hombre se dirigió hacia la salida del hotel. Me puse otra vez a seguirle pero cuando salía ya a la calle una mujer tropezó conmigo. No sé de dónde había venido. Empezó a hablarme en francés y no la entendía demasiado. Al tropezar conmigo, se le cayó el bolso y todo lo que llevaba dentro se desperdigó por el suelo del hall del hotel. Empezó a alzar la voz. Me fijé que la gente de por ahí se quedaba mirándonos. Me agaché y le ayudé a recoger sus pertenencias. La mujer seguía hablando. Una chica bonita pero hablaba demasiado, no era mi tipo.
Salí a la calle y ya era demasiado tarde, no pude encontrar a mi hombre de la chaqueta gris. Tuve que dejar de actuar como un detective privado. Cogí otra vez el papel y lo volví a leer. “S.D. mejor que desaparezca. El águila se encuentra con nosotros. Traslado Berlín 20:45”

lunes, 24 de noviembre de 2008

El mayo francés del 68

Seguimos relatando lo que nos pasó aquel año con el paquete del señor Jaeger y las aventuras relatadas de Alenpoi. Hemos tenido un parón en nuestra historia porque estamos metidos en otro proyecto, que lo más seguro puede cambiar el rumbo de la historia de este país, y me estoy dando cuenta que ya hablo demasiado…. Voy a lo que toca.
Cada vez nos resultaba, perdón, me resultaba más inverosímil todo aquello. Ahora acabábamos de encontrar, en nuestra librería, un libro del año setenta y nueve, escrito por el ya “famoso” Alenpoi y el viejo Jaeger. Es curioso que nadie supiese quién pidió ese libro a la editorial. Porque una cosa era cierta, ese era un libro de verdad, tan de verdad como este blog y que yo me llamo Abril.

Como jugadores empedernidos que somos los cuatro, decidimos continuar, yo la primera, por lo humorístico que me resultaba todo. Las razones de los demás, dejo que las expliquen ellos.

“ Y justo fue al año de incorporarnos en el Malta Independent cuando nos enviaron a Francia, a París, a hacer un seguimiento sobre los altercados de los universitarios contra el gobierno de la República. Nos habíamos convertido en corresponsales europeos, teniendo la oportunidad de ser testigos directos de los sucesos que pasaban en el continente europeo.
Abernyd y yo hicimos nuestro equipaje en un periquete, cogimos las máquinas de escribir y la cámara de fotos y nos embarcamos destino Roma. Desde ahí cogimos un avión directo a París. Cada vez que pronunciaba París, venía a mi mente imágenes de la Torre Eiffel, el arco de triunfo, la música de las calles, los cafés y las mujeres fumando, elegantísimas y perfumadas.

Una vez que conseguimos alojarnos en París, Abernyd y yo nos aventuramos a través de la ciudad, para encontrar aquellos locales de moda que habíamos visto alguna vez en las películas de Truffaut, de la Brigitte Bardot o de Delvaux. Es cierto que no podíamos distraernos demasiado, teníamos un compromiso con nuestro periódico.

29 de Abril. Durante dos meses, aquí los universitarios han estado manifestándose por los alrededores de París. Sus posturas se centran en cambiar las normas de la Universidad y en proclamarse pacifistas y contrarios a la guerra del Vietnam. Nuestros primeros artículos se basan en el seguimiento de alguno de estos universitarios. Se proclaman revolucionarios.

2 de Mayo. Seguimos el acontecimiento del cierre de la facultad de sociología en el campus de Nanterre. Eso ha provocado que los jóvenes se manifiesten en la Sorbona. Hemos vivido una situación tensa. Hemos sido testigos del enfrentamiento violento entre estos chicos y la policía. Le ponen mucha bravura estos jóvenes. París es hermosa, pero su belleza se difumina por una revolución.

6 de mayo. Hoy es domingo. Abernyd y yo desayunamos en la brasserie de siempre. Leo en la prensa de aquí, que el pintor español Salvador Dalí viene el martes a la ciudad a inaugurar una exposición de algunos de sus cuadros en el centro Jeu de Paume, en los jardines de las Tullerias. Me gustaría conocerle. Desde nuestro periódico nos envían una carta felicitándonos por nuestro seguimiento a las manifestaciones estudiantiles. Nos comentan que tanto en Alemania como en Italia surgen los mismos movimientos juveniles.

8 de mayo. Mientras Abernyd sigue la huelga general de estudiantes y enseñantes y la reacción del gobierno, yo he ido a cubrir la rueda de prensa del señor Dalí en el hotel Sandor. Un hombre bastante excéntrico y peculiar. Algún día debería visitar España. Si Hemingway lo hizo por qué no yo.
No soy un entendido en pintura, y menos del estilo suyo, el surrealismo. Veo que hay que tener mucha imaginación para comprender lo que él quiere transmitir. Me doy cuenta que los parisinos le adoran.

12 de mayo. No tengo muchas ganas de escribir hoy. No me gusta ser testigo de enfrentamientos violentos. Estuvimos siguiendo la manifestación de los jóvenes en el barrio latino. El gobierno de DeGaulle no hace mucho caso a las reivindicaciones de los estudiantes. Intenta disuadirlos mediante la fuerza policial.

14 de mayo. Hoy me ha ocurrido algo difícil de relatar. No se si quiero dejarlo escrito en el diario o me lo quedo para mí, como un secreto.

15 de mayo. Mientras aquí se habla de revolución cultural, yo me centro en lo que averigüé ayer. Abernyd se queda sorprendido por mi comportamiento. No le he dicho nada. Será mejor que me centre en nuestra crónica. Se habla de huelga general si el gobierno no aplica las reformas que se exigen.

18 de mayo. Me he encontrado con ellos. Creo que saben donde me alojo y con quién estoy ¿Qué pretenderán estos tipos? ¿¿??"
Escrito por Abril da Mata

jueves, 30 de octubre de 2008

¿Es sólo una coincidencia?

Después de leer en voz alta la primera traducción, Alfonso se disponía a continuar cuando le interrumpí:

– Oye Alfonso, lo que estás leyendo no es más que el diario de una persona que no sabemos si existe o no. ¿Verdad que Abril se lo ha inventado? Todo es irreal. Devuelve el paquete a su destinatario diciéndole que no sabemos nada del tal Alenpoi, que todo ha sido una extraña coincidencia y que todo es inventado. Mejor no meternos en la vida de desconocidos que aún saldremos mal parados.

Abril asentía y estaba de acuerdo conmigo. Los dos miramos a Alfonso esperando su respuesta y seguidamente se fijó en Nacho. Éste tenía la mirada perdida y una expresión dudosa. De repente aterrizó de nuevo en la Tierra y dijo:

– ¿Os habéis dado cuenta? Llevo un rato dándole vueltas a un asunto desde que hemos entrado a 'Bocateca'. Todo esto parece que, de alguna manera que desconozco, nos involucre a todos de una misteriosa manera desde que iniciamos este jodido blog.

Nos miramos sin saber a qué se refería. Continuó:

>> Como he dicho antes, esta librería empezó a andar como una invención, un decorado de alguna de nuestras historias, y sin saber cómo hemos vuelto a ella. Se ha creado un círculo que ha hecho que nuestras historias, nuestra imaginación haya creado una realidad. Porque aunque fuese una invención en su momento, en el momento que se escribió por primera vez empezó a existir en nuestra imaginación creando la 'Bocateca' real donde nos encontramos hoy. ¿No os parece apasionante? Es lo mismo que ha pasado con la historia de Alenpoi: Abril decidió inventarlo, y desde el momento que lo plasmó en el blog, empezó a existir la historia en la realidad.

– Oye, no lo había pensado pero seguro que tiene algo que ver –dijo Alfonso.

– Pero no concuerda porque el personaje que yo inventé no tenía 69 años. Para empezar yo no me liaría con un viejo, ni que estuviese forrado de pasta –dijo Abril.

– No entiendo nada. Es una coincidencia. Nada más. Yo de vosotros cerraría todos esos cuadernos y se los devolvería a su dueño disculpándonos por las molestias pero que no conocemos a ningún Alenpoi –dije.

– ¡No! –espetó Alfonso–. Creo que Nacho tiene razón. Nuestro blog ha hecho que lo que escribamos tenga una relación y se acabe juntando de alguna forma.

– No digas tonterías –continué–. Es un simple blog. Todos escribimos, a todos nos gusta leer historias y entrar en ellas, pero sabemos que es ficción y por eso entramos en el juego. Pero nada más. Venga, guarda esos papeles y olvidemos el tema.

– Yo quiero seguir leyéndolo. Seguramente descubramos alguna cosa de la vida de Alenpoi y podamos buscarlo –apuntó Alfonso.

– ¿Qué? –volví a responder cada vez más indignado–. Oye, nosotros no somos detectives ni personajes de una novela. ¿Para qué quieres buscar a Alenpoi? Para empezar no existe.

– No lo sabemos –intervino Nacho en el momento que la discusión empezaba a ser cosa de dos–. ¿Y si existiera de verdad? ¿Y si le encontrásemos?

– Si lo encontrásemos, ¿qué? –insistí–. Le decimos: "Hola Alenpoi. Mira, soy tu creador. Escribimos una historia en nuestro blog inventándonos tu nombre y resulta que luego apareció un paquete de Malta diciendo que existías de verdad. Y mira, te hemos buscado para contártelo. Adiós". Es absurdo.

– Lo parece. Pero a lo mejor todo tiene una explicación al final. No lo sabremos si no indagamos –dijo Alfonso.

Me di media vuelta y me puse a buscar un libro en las estanterías de literatura extranjera.

– Vosotros seguid con vuestra historia. Yo me retiro. Me rindo. No creo que nos lleve a ninguna parte todo esto. Sólo son palabras. ¿Y este paquete? Sin matasellos ni nada. Paso. No quiero saber nada de Alenpoi ni del señor Jaeger –y me retiré en busca de algún libro interesante.

Por su parte, Nacho, Abril y Alfonso siguieron hojeando el material de Abernyd Jaeger y dándole vueltas a la posibilidad que desde el blog 'Caballo de Troya' hubiesen salido personajes y situaciones ficticias hacia la realidad traspasando la barrera entre lo real y lo imaginario.

Fue en ese momento que encontré el libro. Me acerqué de nuevo con el libro entre las manos. Me miraron. Me había quedado pálido observando la cubierta del libro que sujetaba.

– ¿Qué sucede? –me preguntaron al unísono.

– Miradlo vosotros mismos –dije a la vez que les acercaba el libro.

Sorprendidos leyeron la portada: "El día de nuestra libertad", escrito por Abernyd Jaeger y Alenpoi Hrocvak.


Escrito por Andreu Pérez Pons

domingo, 26 de octubre de 2008

El diario

Cogí las copias y la traducción del diario del señor Jaeger y empecé a leer:

"16 de marzo de 1960
Empiezo este diario ya que mi padre me dijo una vez que si quería llegar a ser un gran periodista lo primero que debía de hacer era aprender a escribir. Que más que unos cuadernillos como los que estoy utilizando para plasmar mis comentarios. También mi padre me dijo una vez que sólo escribiese de lo que supiese. Así que es lo que voy a hacer.
A mi padre le debo mucho. Él era húngaro y nada más acabar la primera gran guerra se fue con su familia a Malta. Ante la pobreza que les sucumbía, decidieron unirse con los ganadores y el trayecto que tenían más barato era Malta, donde estaban los ingleses. Mi padre fue un gran luchador y ante todas las adversidades que sufrió y vio en su vida, siempre se volvía a levantar y seguir adelante.
Y eso, cuando también le llegó a él y a su familia la desgracia de una segunda gran guerra, otra vez en el continente europeo. Aunque Malta sufrió pertinaces ataques de la aviación italoalemana, gracias a los ingleses continuamos protegidos de la desgracia. Mi familia y yo, tengo que reconocer, que somos partidarios del imperio británico. Declarar esto, en algunas zonas del país, puede llevarte a una gran discusión. Aquí veo que somos dos maltas, la nacionalista y la probritánica.

24 de septiembre de 1960
He empezado a trabajar de ayudante de titulista en el periódico Nazzjun. Algo es algo. El director me da buenas vibraciones y creo que puedo llevarme bien con él. Conmigo trabaja otro ayudante, Abernyd. Es judío pero no viene de Israel. Es lo que todo el mundo le pregunta. Él es maltés como yo pero de religión judía. Nos hemos hecho buenos amigos. Él no tiene muy claro sus ideas políticas. Yo creo que es un poco nacionalista. Hoy he ayudado a redactar el titular de la primera página del periódico. La escribo aquí como recuerdo histórico: “EEUU construye un portaaviones con energía nuclear” El portaaviones se llama Enterprise.

Otra cosa que quiero dejar constancia en mi diario, me lo ha comentado Abernyd mientras comíamos; El nazi Eichmann ha sido cogido por los servicios secretos israelíes en Argentina. Nos hemos emocionado. Ojalá pudiésemos hacer la crónica y la investigación de la captura. Nos hemos puesto a soñar con los ojos abiertos.

10 de noviembre de 1960
A través de la radio internacional de la BBC, en casa nos hemos enterado de la noticia de que hay un nuevo presidente en EEUU. Se llama Kennedy. Sueño con ir a ese país. Mañana a ver que publica el diario y a ver que titular ponemos.
Sigo contento en el periódico. Voy aprendiendo muchas cosas. He conocido a una chica estupenda en el club de baile de Scopola. Fui con mi amigo Abernyd. Al final se animó. Es algo tímido. Yo le dije que si quería llegar a ser un reportero de primera, nada de timideces, siempre con el rostro de frente, con agallas, ir directo a la noticia. Esta vez la noticia era las chicas.
Se llama Paulina, de origen español. Luego nos hemos ido a tomar algo por ahí. Nos hemos encontrado con una pelea en un café. Había algunos jóvenes que increparon a otros por escribir en maltés y no en inglés. Aquí seguimos todavía con esto. Y me doy cuenta que nuestro primer ministro Mintoff está perdiendo el rumbo de este mi país.

Mi madre no se encuentra bien. Tiene dolores en el estómago y lleva dos días sin comer. La hemos llevado al hospital. No saben lo que tienen todavía. Quiero a mi madre y quiero que siga con nosotros.

5 de diciembre de 1960
Abernyd y yo seguimos ensayando de periodistas. Ya me aburro de los titulares. Quiero hacer otras cosas. Abernyd ha seleccionado un titular, la muerte del actor de cine Clark Gable. Yo me he puesto a redactarla. Me ha salido maravillosa, qué palabras tan emotivas he escrito. Nos hemos reído mucho ya que no he visto nunca, ninguna de sus películas.
Sigo preocupado por la salud de mi madre.
Hoy Paulina y yo nos hemos declarado y somos novios. Todavía no tengo muy claro qué hay que hacer cuando uno es novio pero algo ya se me ocurrirá."


Y así acabé de leer este primer resumen.

martes, 21 de octubre de 2008

Verdad o ficción

- Qué os pasa, por qué os quedáis mirándome. Os aseguro que yo ese nombre me lo inventé. Pura coincidencia.

- Abril, ¿estás segura? Ese nombre ¿no lo sacaste de algún sitio? -Le pregunté.

- Alfonso, pero tú eres tonto. Eres bastante ingenuo. Si te digo que la historia del maltés me la inventé, es que me la inventé. Además, la foto era tuya, la sacaste del water del piso en el que vivías de estudiante. Y os quiero decir otra cosa a vosotros tres, ¿os habéis dado cuenta que este paquete no lleva sellos ni ningún membrete de correos, sea español o maltés?

- En eso tienes razón- contestó Andréu – A mí me parece esto como si fuese una broma. Esto no tiene sentido. Nuestras historias, la mayoría son ficticias. Es una casualidad increíble que coincida con algo que exista de verdad.

- Pues a lo mejor puede ocurrir de verdad -les dije yo- Puede ser que de la imaginación de una persona, crea una historia, con algún personaje y dé la coincidencia de que ese personaje exista de verdad. Nunca había visto algo semejante, pero puede ocurrir.

- Yo estoy con él - dijo Nacho- Es algo sorprendente, pero a la vez posible. Una persona en una parte del mundo se inventa una historia, con un personaje y un lugar y no sé cómo, esa persona existe de verdad justo en ese lugar, en otra parte del mundo. ¿Por qué no iba a producirse esta situación?

- Me sorprenden vuestros comentarios-respondió Abril.

- Dime una cosa Abril-le dijo Andreu- de dónde sacaste ese nombre.

- Yo que sé, no me acuerdo. Buscaba nombres que sonasen raros, que no fuesen reales, nombres extravagantes. Alenpoi lo escribí por no poner Alexander y ese apellido Horcvak, pues... no sé, no me acuerdo, empecé a poner letras hasta formar este vocablo.
Mirar chicos, esto es una broma. No le deis más vueltas. Cuántas veces hemos hecho nosotros esto, decírmelo. Ahora alguien se quiere vengar de nosotros, por decirlo de alguna manera.

- Yo soy de la opinión de Abril- exclamó Andreu- Cuántas veces nos hemos inventado historias, verosímiles, pero totalmente falsas y hemos dejado que la gente, nuestros amigos, se las creyeran.

- Siempre hemos sido unos ilusionistas de la narración, reconócelo Alfonso- me dijo Nacho.- Cuántos blogs hemos creado aparentando ser quienes no éramos. Cuantas veces hemos colaborado en foros inventando noticias y rumores que luego se han expandido velozmente. ¿No fuimos nosotros lo del whisky Baileys y la coca-cola? ¿Los famosos emails que si no los envías a tres, cinco o siete personas más ,se cumplirá la promesa, deseo o caerá la maldición eterna..?
Hasta esta librería forma parte de nuestra diversión. A quién se le ocurriría, en su propia librería, en su negocio, poner en una estantería libros falsos, para luego ver la reacción del cliente y reírte de él. Piensa que ahora mismo, alguien se está divirtiendo con esta carta y paquete.

- Pero mirar estas libretas, copias del diario, mirar la letra, las fechas, el tipo de papel. Están escritas en inglés, fijaos, muchísimas palabras en inglés. Cómo alguien puede sacrificar tanto tiempo, para gastarnos una broma, en rellenar todos estos cuadernos en otro idioma, y luego volver a escribir otros tantos folios en simular la traducción de los mismos. Yo me lo creo y voy a seguir adelante con esto.

- Qué quieres decir.

- Pues que empezaré a leer el diario de Alenpoi. ¿No tenéis curiosidad?

-No sé Alfonso, yo como no tengo nada que hacer, me quedaré aquí y te escucharé.

Así que mis tres amigos se quedaron conmigo para escuchar lo que les iba a narrar de la lectura del diario de nuestro amigo Alenpoi. Miré el reloj, eran las seis y ocho minutos de la tarde del domingo.

lunes, 20 de octubre de 2008

La carta del Señor Jaeger

Al abrir el paquete nos encontramos con un sobre y varios cuadernillos pequeños y libretas de tapas muy gastadas y las hojas amarillentas. Abrí el sobre y me encontré con una carta.
Apreciados Señores,
Me presento, mi nombre es Abernyd Jaeger y soy de Malta. Primero les quiero decir que les escribo en castellano ya que es mi tercera lengua. Como una breve explicación, los orígenes de mi familia provienen de los sefardies, los judíos expulsados de los reinos cristianos de la península ibérica en el siglo quinze. Después de un tiempo residiendo en la península de Italia, en el siglo diecinueve se trasladaron a la isla de Malta. Durante todos estos siglos, nuestros mayores han pasado a los jóvenes la tradición de aprender a hablar el castellano, la lengua de sus antepasados.
Sin querer alargarme en esto, les explico el origen de mi carta de hacia ustedes. Hace un mes, descubrí un escrito suyo en su blog, publicado el veintiuno de agosto sobre un hombre llamado Alenpoi Hrocvak. Cuando leí ese párrafo me quedé, no se cuál es la expresión en su lengua, pero aquí podemos decir stupire o en inglés decimos amazed, surprised. Les explico. Entendí que el texto en sí, la historia que se contaba, podía ser un relato de fiction. No verdad. Pero les aseguro que hay una cosa cierta en todo ello. La persona de Alenpoi Hrocvak existió de verdad y vivíó en Malta.
Yo he trabajado casi todo mi vida como periodista, empecé con veinte algo de años de chico de los recados en el periódico Lehen es -Sewwa, que es católico. Ahí acabé como escritor de crónicas y después de un tiempo pasé al Nazzjun, después al The Malta Independent, y por último al Times of Malta. Durante todo ese recorrido profesional estuve acompañado de uno de mis mejores amigos y partnership que se llamaba Alenpoi Hrocvak. El Alenpoi de su historia, que casualmente sí también era periodista.
Les tengo que contar una cosa, fuimos amigos durante 25 años, del 1959 al 1984. Los dos tenemos la misma edad, 69 años. Nacimos en el año 1939. Nos conocimos en el periódico Lehen es –Sewwa cuando éramos unos chicos jóvenes y ahí fue donde nos formamos como reporteros de nuestras islas. Pero un día de abril del year 84, mi amigo ya no lo volví a ver después nunca más. Desapareció, it disappeared. Nunca más le volvimos a encontrar. Y durante todos estos años no he estado un solo día búscándole. Cuál puede ser la razón, no la sé, todavía estoy investigándola.
Así llegué a ustedes. Su nombre apareció en su blog. Por qué. ¿Este nombre lo conocieron en alguna parte? ¿Oyeron hablar de él? Necesito información y datos. Aquí les dejo copia del diario de Alenpoi, con las traducciones hechas por mí. Son pasajes de su vida, hasta el año en que un día vino a mi casa, me dijo que le guardase su diario y otras cosas, que esperase a él tres días, que volvería, pero ya nunca volvió.
Por favor póngase en contacto conmigo si saben algo.
Atentamente

A si acabé de leer la carta a mis tres compañeros, nos quedamos en silencio, mirándonos mutuamente y acto seguido los tres chicos dirigimos la mirada a Abril, por si tenía que darnos alguna explicación al respecto.

jueves, 16 de octubre de 2008

El paquete

Después de hablar con todos ellos, al final quedamos en vernos para el día siguiente en "La Bocateca." Ésta es el nombre que pusimos a nuestra librería. Nos citamos por la tarde, ya que nadie iba a poder estar operativo por la mañana. Andreu tenía que venir de Sitges, que había estado trabajando en el festival, once días seguidos. Abril tenía que dormir la resaca. Nacho iba por la mañana al hipódromo y yo necesitaba descansar ya que tenía jodido el estómago.

Después de comer salí corriendo de casa hacia la librería. Durante la comida había estado apuntando algunas notas, desarrollando la gran idea. "Seguro que les va a encantar." Cuando llegué al local todavía no habían llegado. Me agaché para subir la persiana metálica y me encontré, pegada a la puerta de entrada de la librería, una caja de cartón, bien empaquetada con una etiqueta que ponía:

A/A de Caballo de Troya.
Librería la Bocateca.
Calle Narciso O'hara nº 12. Barcelona.

En otra lado había una pegatina con la dirección del remitente:

Sr. Jaeger.
Merchant´s Street MSD11 La Valletta. Malta.

"Joder, de Malta." Es lo primero que dije. De repente alguién tocó mi hombro. Me giré y era Andreu. "Qué tal Alfonsito. Bueno yo ya estoy aquí, qué era eso tan importante que querías...." No le dejé acabar la frase. Le enseñé el paquete que tenía en mis manos y le mostré la dirección del remitente.
- La Valletta, Malta. ¿Tú conoces a alguien de Malta?
-No. Pero estoy impaciente por saber qué es lo que hay dentro.
- Y dónde dices que estaba ésto.
- Aquí en la puerta de la librería.

Al instante llegaron juntos Abril y Nacho. Abril fue la primera en hablar."Hola chicos; tú Alfonso como siempre llamando a horas inoportunas un sábado por la noche. Qué prisas que tenías. Y seguro que al final tu idea esa, no será más que otro argumento de historia tirando a lo normalillo."
Nacho habló:
- Cómo va todo. Soy un tío con suerte, he ganado dos mil euros en los caballos. Menuda suerte la mía. La semana que viene os invito a una comida.
-Y no será mejor, Henry Gondorff, que lo pongas en la librería para poder tapar los números rojos que tenemos. - Le comentó Andreu.
- ¿Cómo me has llamado?

"Nacho y Abril" les dije y les mostré el paquete. "Esto estaba en la puerta de la librería. Nos lo han dejado a nosotros." Y les enseñé el remitente. " Joder, de Malta" dijo Abril. Les invité a entrar en la librería y abrir de inmediato el paquete.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Una inspiración literaria

Me da la sensación de que me paso la vida corriendo. Correr detrás del autobús que siempre lo pierdo, correr porque nunca llego a la hora para abrir la librería. Correr porque siempre llego tarde a las citas. Me dicen que eso da mala imagen. Tengo que mejorar mi puntualidad. De todas maneras hoy ya no voy a poder hacerlo. He quedado con Alexia y volveré a llegar tarde. Esta vez ha sido porque no sabía qué camisa ponerme. Me he tenido que probar cuatro hasta que me he decidido por una. Tengo un montón de ropa y luego no se que ponerme.
Vamos a ir a una tetería china donde nos van a enseñar el ritual del té. Luego iremos a cenar por ahí. Espero que después la pueda convencer para ir a tomar algo, conozco un lounge bar que seguro que le va a gustar.

Durante la cena, ella me cuenta la historia de un amigo suyo, que en una fiesta de esas que organizan amigos de amigos, conoció a una chica en la que le contó algo sorprendente. Su novio había muerto hacía ocho meses, de repente, sin ninguna explicación científica, justo después de que ella volviera del coma, a raíz de un accidente de tráfico. Cuando me cuenta esto yo me quedo pasmado. Esa historia se parecía a la que había salido de mi imaginación, hacía casi once meses, en donde la había escrito en el blog. Me quedé un momento reflexionando, menuda coincidencia. Yo no le digo nada de eso y actúo como sorprendido.
Ella sigue con el tema. Me dice que cuando surge una pareja, ya se sobreentiende que los dos están dispuestos a entregarse el uno por el otro, para cualquier situación. Es una decisión unilateral. El amor no necesita de reconocimiento, aunque sí de reciprocidad.

Tiene toda la razón. A mí me encantaría encontrarme en esa situación, sobretodo con ella, pero es frustrante que ella todavía no me haya contestado sobre lo nuestro. No se que tendrá en la cabeza esta chica pero no se define respecto a mí. Todavía no quiere adentrarse en una relación seria conmigo por que tiene miedo de que las cosas no salgan bien después. Si no te arriesgas, nunca se sabrá si la cosa saldrá bien o mal. Mientras está hablando me la quedo mirando y pienso si realmente merece la pena seguir con ella.

Acaba la noche y con ello las copas y la música del Café Mediterráneo. Me despido de Alexia hasta la siguiente vez. Cuando llego a casa no me encuentro muy bien. Los vodkas que me he bebido me han sentado fatal y encima con la testosterona por las nubes, o sea, con un hambre sexual de aquí te meneo. Me acuesto en la cama y pongo algo de música para dormirme. Joder, me parece que voy a vomitar. Me voy al water corriendo. Ocho años sin vomitar llevaba, todo un record. La última creo que fue en los wateres de la discoteca Chic de Ampuriabrava, en Gerona. Con quién estaba.… con unos amigos de la universidad...Malditos vodkas... Seguro que han sido de garrafón.
Y de repente lo he visto. Se me ha venido a la cabeza una idea genial para contar en el blog.
Me he quedado paralizado pensando en la inspiración que me ha venido. Ahí, arrodillado delante de un water, riéndome de felicidad por ocurrirme esa idea que con tanta asiduidad estaba buscando. Menuda imagen más antológica que doy. Abrazado a un water, feliz como un niño de seis años. Un water como el de ese de la foto que puso Abril en su entrada sobre el maltés.

Mañana, no, mejor ahora, tengo que llamar a mis compañeros de redacción del blog para contársela. Es importante hacerlo, cuanto antes mejor. ¿Por quién empiezo primero?

domingo, 28 de septiembre de 2008

El abandono

Fue sólo un momento. Un simple momento. Y ocurrió. Tuvo que pasar y no pude evitarlo. Juré que jamás iba a volverle a ver, a dirigirle la palabra, pero tuve que enviar a la mierda ese juramento cuando le tuve que decir hola, yo estoy bien y tú qué tal. Genial Araceli. Eres genial dando coba al tío que te dejó.

Cómo empiezo esto; pues estoy en el pasillo de los lácteos del supermercado. Justo iba a coger los yogures bio sabor kiwi que me encantan tomar por las noches y zas, le veo, es él. Y ahí está de pie, delante de mí. Me quedo parada con los yogures en la mano, está mirándome y yo le miro. Me dice hola, que cuánto tiempo, (a qué viene esas dos palabras. Cuánto tiempo de qué, ¿el tiempo que ha pasado desde que tú me dejaste?) que cómo estoy. Y zas, ahí estoy yo diciéndole, bien y tú que tal. Me prometí no dirigirle la palabra nunca más y soy tan idiota que en el último momento rompo mi juramento. No creo que sea la chica fuerte que pretendía ser.

Joder, cómo crees que voy a estar, quieres que te diga la verdad, yo pensaba que me querías, que me amabas. Me entregué a ti, me sacrifiqué y cedí por ti. Yo te amaba tan profundamente. Y tuviste que irte. Te fuiste sin más, me abandonaste. Cómo pudiste hacerlo. Me partiste el corazón. Insensato. Te di todo el tiempo del mundo, no te quise agobiar con el tema de irnos a vivir juntos. Yo te esperé. Yo te esperé porque tú mismo me lo pediste. Y un día se te ocurre cogerme de la mano, a ti que no te gustaba hacerlo nunca y ese día lo haces y yo ilusionada creo que me estás diciendo que me quieres y me besas y me dices que me deseas. Y luego ya está, de la noche a la mañana me sueltas el discurso, que ya no me quieres, que has dejado de sentir algo por mí y te largas, me cuelgas el teléfono sin dejarme decirte nada. Por qué tanto tiempo en mi compañía, sabiendo lo que sentía por ti, por qué estabas conmigo, qué hice mal. Creo que me esforcé mucho para demostrarte que yo te quería de verdad.

Bueno, que ahí estaba yo, con los yogures, el supermercado, él mirándome y hablándome y yo sólo le veía mover los labios. Todo a mí alrededor se enmudeció. Estaba paralizada, recordando el pasado, mi pasado con él.
Y al final vuelvo a tener constancia de dónde estoy y me dice que adiós, que me cuide. Y yo ya no le digo nada. Me alejo de él y me alejo de todo el mundo. Me voy corriendo. Y corro sin echar la vista atrás. Alejarme del pasado, olvidar para no sufrir.

Y entonces es cuando dejo de correr y me encuentro… ligera. Ya no tengo mis yogures ni las demás cosas que había comprado, giro a mi alrededor y no las encuentro, pero… pero un momento…. Le vuelvo a ver a él con una mujer, cogidos de la mano… esa mujer… esa mujer, no puede ser…soy…yo. Qué está pasando. Miro las estanterías, los pasillos del supermercado, la gente que compraba, ¡todo era real! Y yo me veía ahí con él, por qué. Quiero acercarme y no puedo… y después se hace todo oscuro.

Y tan oscuro que cuando abro los ojos me encuentro en mi dormitorio. Estoy en la cama. Esto si que es la realidad. Ha sido todo un sueño. Qué raro, llevo soñando con el cajero del Lidl varios días seguidos como si estuviese enamorada de él y sufriendo del corazón porque me había dejado. Es asombroso. Sueño con un tío que es cajero de súper y encima es el hombre más feo que he conocido en la vida. Cada vez que voy a comprar algo al Lidl ahí me lo encuentro y me da una grima total. Cuando se pone en la caja es que nadie va dónde está él. Nadie quiere mirarle. Yo un día, porque tenía prisa, tuve que ir a su caja. Qué mal lo pasé. Lo feo que era, no podía ni mirarle y oía el bip bip bip de cuando pasaba los productos por el lector y su pelo graso le tapaba los ojos y le caía sudor por la nariz y yo sufría por su asqueroso grano de la barbilla a punto de explotar y me iba a dar un patatús si llegaba a reventar y alcanzarme en la cara…

Bueno, acabo ya de escribir esto que he quedado y llego tarde.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Los amos del mundo

¿Quién prefieres que gane: Obama o McCain? Esa será la pregunta que nos plantearemos todos durante los siguientes meses hasta que se decida quién será el nuevo presidente de los Estados Unidos de América. Aunque no podamos votar a ninguno de los dos candidatos, existe una fuerza inexplicable que nos hace sentir cercanos a los hechos que allí ocurren. Y explicaré por qué.

Debido a la fuerza política y social que los USA ejercen en el resto del mundo, desde que era pequeño siempre he creído que su presidente era el amo del mundo. Era la persona más poderosa e influyente de todo el planeta. Por suerte, esa impresión ha cambiado a medida que he ido creciendo. Ahora sé que aunque salgas elegido como Presidente del Mundo, siempre hay alguien que manda más que tú.

Leyendo el libro 'Monstruos Modernos', de Jordi Costa y Darío Adanti, encontré una explicación de Jerry Seinfeld en uno de sus monólogos que ejemplifica lo que quiero contar:

"En mi bloque, mucha gente saca a pasear a sus perros y siempre les veo salir con sus pequeñas bolsas para excrementos en la mano. (...) Si los extraterrestres nos estuvieran mirando con telescopios, pensarían que los perros son los líderes del planeta. Si tú ves dos formas de vida, una de ellas defecando y la otra recogiendo lo que la primera ha defecado... ¿quién asumirías que manda?"

Creo que queda claro hacia dónde quiero ir. Hoy en día, por mucho estatus, por mucho poder que tengas, siempre habrá alguien que vivirá mejor que tú, el rey de la casa. Hasta el punto que le compraremos ropa y sus complementos para salir a la calle, y le dejaremos estar todo el día apoltronado en el sofá 'sin hacer nada'. Ellos son los verdaderos jefes del mundo, y como tales hay que cuidarlos y mimarlos. Se lo merecen.


Escrito por Andreu Pérez Pons

jueves, 21 de agosto de 2008

El Maltés

Vuelvo de mis pequeñas vacaciones en la isla de Ibiza y me traigo en mi mochila de viaje una historia que quiero contaros.
A los dos días de llegar a Ibiza, conocí a un chico que después de varias salidas nocturnas con cenas, copas, bailes y por supuesto, polvo de madrugada algo descafeinado y sin mucha excitación, me confesó que él fue uno de los más grandes artistas de este siglo veintiuno. “¿Qué tipo de artista?” le pregunté. “Era fotógrafo.” Me dijo.

Yo no estoy muy puesta en el mundo de la fotografía, ni tengo ni idea de quiénes son los más famosos. Si os soy sincera, a mí este comentario me pareció algo absurdo. Me pareció una trola, algo que decir después de un polvo, para querer impresionarme.
Bueno, esto no lo contaría si no fuese porque el chico, el día antes de volverme a Barcelona, cogió una buena melopea y borracho como una cuba, decidió ir a nadar al mar y ya jamás se le volvió a ver. A mí cuando me lo dijeron me quedé de piedra. La policía le declaró desaparecido y yo decidí posponer, unos días más, mi viaje de vuelta.

Él se llamaba Alenpoi Hrocvak y era de Malta. Fui a ver a la comunidad maltesa de Ibiza para que me explicasen cosas de él. Por supuesto que le conocían, ellos y los casi trescientos mil habitantes de Malta. Alenpoi empezó a trabajar de fotógrafo en el diario local de Msida, ciudad al oeste de La Valletta. Un año decidió irse a Londres de vacaciones y ahí es donde empezó su éxito. Pero hay que recordar que su éxito fue efímero. Es cierto que obtuvo el mayor reconocimiento artístico mundial que ha recibido un fotógrafo, pero todo acabó de la noche a la mañana.
Ya no pudo crear más obras de arte con su cámara. Se vio absorbido por su éxito que le fue imposible seguir haciendo fotografías. Le fue imposible superar a esa fotografía que le lanzó a la fama.

En el año 2004 el New York Times declaró que jamás en la historia había existido una cosa semejante. Su obra fue expuesta en la Tate Gallery de Londres, en el Centre Pompidou de París, en el MACBA de Barcelona, en el MOMA de New York, en el Nacional de Buenos Aires, en el Asian Civilisations Museum de Singapur y muchos más que ya ni me acuerdo. Pero como ya he dicho, fue efímero su reconocimiento. Alenpoi decidió no hacer más fotografías y ya nadie más habló de él. Quiso aislarse y se fue a Ibiza. Consiguió un trabajo en el bar de un hotel, en el hotel donde yo me alojaba.

Me ha costado mucho, pero he conseguido una copia de su fotografía. El título que le puso fue atardeceres interiores. Espero que os guste.



Mando un saludo a los amiguetes de este blog, que aun siguen de vacaciones. Por cierto, el amigo de Irlanda, gracias a los aldeanos del pueblo en donde está viviendo ya ha aprendido a pastorear ovejas y a hacer whisky irlandés casero. Confío en que no pierda el oremus....

Saludos,

Abril

lunes, 11 de agosto de 2008

El aroma

Bajé con ella a la calle y la acompañé hasta su coche. Esperé a que arrancara y la seguí con la vista hasta que desapareció. Me quedé ahí de pie, en medio de la acera, contemplando la calle vacía. Miré mi reloj. Eran las dos y media de la mañana. Había perdido la noción del tiempo por completo.
Notaba que aún, a esas horas, seguía haciendo calor.
Subí al piso y fui directo a la cocina. Me bebí varios vasos de agua fría y entoces lo olí. Acerqué mi nariz a mis brazos y ahí estaba. Era su aroma. Lo tenía por mi cuerpo. Y entonces me dije que eso fue lo mejor de todo. Aún seguía estando con ella aunque no fuese físicamente.
Debí de quedármelo cuando nos abrazamos en la cama.
Y a la cama es donde volví. Mirando el sitio donde ella había estado antes. Recordé cuando le acariciaba su pelo. El color de su pelo era el color del sol de otoño. Recordé cuando me acerqué a su cuello y olí por primera vez su fragancia, su aroma, su olor corporal. Y entonces suspiré y volví a poner la música que puse con ella, jazz, Miles Davis. Sonreí cuando recordé que antes le puse otra música y se dio cuenta que no era la apropiada para la situación y me invitó a cambiarla.
Escuchando la música, cerré los ojos y pensé en ella, me dormí con ella y soñé con ella.

domingo, 3 de agosto de 2008

Cena en el restaurante

Anoche fuimos a cenar a un restaurante con unos amigos. Teníamos tanta hambre que no pudimos esperar que nos trajesen los platos que habíamos pedido. Empezamos por las servilletas de papel, y cuando ya no quedó ninguna, proseguimos con los cubiertos. Éstos son ricos en hierro. A continuación nos extendimos a los vasos y los platos. Estaban un poco fríos pero se podían comer tranquilamente. De segundo plato llegó el mantel aliñado con un poco de aceite de oliva. Toda la cocina mediterránea debe estar acompañada siempre con un buen chorro de aceite de oliva. Cuando ya nos lo zampamos todo, alguien continuó con las patas de la mesa. Los demás nos añadimos y seguimos devorando la mesa. Una vez desaparecida en el fondo de nuestros estómagos, llegó el camarero con los platos cocinados. Estábamos saciados y el olor a estofado nos daba arcadas. De esta forma, para calmar el ardor de estómago, pedimos unas manzanillas y, para ganar tiempo, la cuenta.


Escrito por Andreu Pérez Pons
Publicado originariamente en diarideficcio.blogspot.com

viernes, 1 de agosto de 2008

Conversaciones de amigas

Pues aquí estoy de nuevo otra vez. Uno de los amiguetes del blog se va a Irlanda y dice que no sabe si va a volver o no, que a lo mejor se queda allá. Me dice, que si me apetece que me encargue del blog y yo le he dicho pues claro que sí, que lo compartiré con el otro compañero que queda.

Pues nada, lo dicho antes, que vuelvo para dar rienda suelta a la literatura.

Ayer jueves quedé con unos compañeros de trabajo para comer. Entre ellos hay un chico estupendo que me fascina, le quiero y le deseo. Trabajamos mano a mano en el departamento y yo estoy encantada. Ahora bien, también se me hace muy difícil la situación. Pasa lo de siempre, quieres a alguién, no te corresponde y te tienes que aguantar. Yo no le he dicho nada de lo que siento por él y de momento no voy a hacerlo, se que él no me ve a mí de la misma manera que yo le veo a él.

Durante la comida nos estuvo explicando unas cuantas anécdotas que le sucedieron cuando estuvo en la Riviera Maya, en mayo de este año. La cosa pintaba interesante pero fue soltar ese comentario de que un día conoció a una chica y se acostó con ella y yo derrumbarme.

Qué rabia da oir al chico del que estás enamorada, contar que se acostó con esa o con aquella o que ahora sale con fulanita o menganita. Yo podría haber sido esa chica. Menuda ridiculez irse hasta América para mantener algún tipo de relación física o sexual sabiendo que me tenía a mí ahí al lado, al ladito mismo, como se dice.

Ayer por la noche salí a tomar algo con mi amiga Marta. Le conté todo esto. Me desahogué con ella. Durante dos horas, más o menos, estuvimos hablando de cómo me sentía, de que si debía de hacer esto o aquello, de que tenía que lanzarme, etc... Dio para medio paquete de cigarrillos y dos tés.

Ella me aconseja que no me agobie. Que si no se puede hacer nada que hay más chicos en la ciudad. Yo le digo que últimamente no se salvan muchos. Ella dice que no sea tonta y que me lance de una vez. Que las cosas están para decirlas, nunca para guardárselas una misma.
Lo peor de todo es que ya no le voy a volver a ver hasta septiembre. Él se coge los primeros quince días de agosto de vacaciones y yo los segundos. Un mes sin verle y encima la semana que viene cumplo años, llego a los treinta. ¡ Los treinta ! Bueno, como dice nuestro blogero boticcario, en una de sus entradas: "Lo bueno que tiene cumplir años es que ganas en sabiduría"

Hoy estaba por el centro de la ciudad comiéndome un melocotón supergigante, que me lo había comprado en el Mercado de la Boquería, de Barcelona, cuando una pareja de turistas se me acercan y me piden que les haga una foto. Yo en una mano tenía la fruta a medio comer y en la otra un pañuelo de papel, ya usado, para evitar pringarme las manos. No me ha quedado más remedio que decirles que no, que tenía las manos ocupadas y manchadas. Pues ellos ni caso, insistiendo y yo que no, que no quería hacer la foto. ¿ Qué pretendían, que me aguantasen el melocotón medio mordido y el pañuelo mojado mientras yo les hiciera la foto?

Pasa lo mismo cuando vas por la calle con tus auriculares puestos escuchando música o la radio y la gente te para para preguntarte una dirección o lugar a donde ir. Cuando llevo el mp3 por la calle es porque me interesa ir a mi rollo, olvidándome de todo lo demás. Yo estoy para escuchar música y no para atender a nadie.

Pasa lo mismo cuando se me ocurre dar una limosna al pobre hombre de la esquina que está lisiado y en silla de ruedas y en seguida de que tu le dieses el dinero, lo coge del vaso y se lo mete en el bolsillo y vuelve a extender el vaso vacío otra vez hacía la gente.

Abril

jueves, 24 de julio de 2008

Una que se estrena

Lo primero de todo agradecer a esta gente de este blog por dejarme entrar aquí a contar lo que me apetezca.

Mi nombre es Abril. Siempre me ha encantado leer historias de todo tipo. Aquí hay un enlace a otro blog contadores que está genial, sobretodo las historias argentinas. Bueno, lo que quiero decir es que yo leo de todo y mucho y al final que me he dicho, anímate Abril y escribe algo en el blog. Porque yo creo que toda esta gente que tiene blogs es por que les gusta escribir, son como yo.
A mi me apetece empezar por una anécdota que me ha contado una amiga mía. Se llama Marta y eso que nos cuenta que el otro día la invitó a cenar su amigo Sergio. Después del primer plato le suelta que lo que él querría era acostarse con ella para ver si son compatibles o no. Si congenian de verdad entre los dos, que él no quiere esperar a buscar una amistad y luego un romance, el quiere ir al grano.
Marta desde luego no entiende nada. Él le suelta que es lo que piensa de verdad sobre ella y le es sincero. La mayoría de los hombres piensan así, mujer que le gusta lo primero que quieren es acostarse con ella. Ella le contestó que no, por supuesto. Que se olvidase de esas cosas.
Yo le pregunté si continuó cenando con él o se dio el piro. Continuó con él pero se arrepintió. El muy idiota se había olvidado la cartera y tuvo que pagar ella la cena.
Un idiota integral.

Bueno, En el fondo es un buen tío. No me gustaría que lo juzgaseis por lo que os acabo de contar. Al día siguiente la llamó por teléfono y la pidió disculpas. En cuántas situaciones parecidas a ésta nos hemos podido encontrar las chicas.

Por cierto, querría hacer un comentario sobre la entrada anterior de La ciudad más bonita. La narración muy “tarantina”, pero me gustó porque hacía alusión a que se ha creado un videojuego de violencia ambientado en la ciudad de Barcelona y eso es una auténtica sorpresa para la gente que vivimos en esta ciudad.
Para el lector/a que hizo su comentario y después fue “reprochado” por uno de los del blog, por su alusión a la inmigración como causa de violencia. Por favor no digas que aquí se te censura porque todavía puedo seguir leyendo todo tu comentario. Nadie te ha quitado ni una coma de lo que escribiste. Tus palabras quedarán para siempre en este blog. Sólo hubo otra opinión en contra de la tuya. No digas que aquí hay censura.
La censura es eliminación de una palabra, frase o de todo lo que uno antes a escrito, para que no quede publicado. Me gustaría que comprobases si ésto te ha ocurrido en tu comentario.

Bueno ya he dicho bastante por hoy.
Gracias otra vez a los amiguetes del blog por dejarme este espacio.

domingo, 13 de julio de 2008

La ciudad más bonita

Había decidido salir a la calle a pasear. Hoy hacía un buen día y el sol brillaba con fuerza. Siempre había creído que Barcelona era la ciudad más bonita que había visto nunca, gris y nostálgica. También era la única porque no había viajado nunca fuera de la ciudad condal. Era la ciudad que lo había visto crecer y le gustaría que todo el mundo la viese con los mismos ojos que él la percibía.

Cuando llegó a la plaza de Cataluña, se paró en medio de un ejército de palomas que mendigaban y miró a su alrededor. Sabía que aquel punto era estratégico para hacer saber al mundo, a sus habitantes, que su ciudad era la más bonita y maravillosa que había existido nunca. Miró su reloj. Sabía que aquélla era la hora de más ebullición del día. El centro de la ciudad estaba lleno de gente, y todos le podrían escuchar. Por fin había llegado el momento. Se puso la mano en el bolsillo y sacó una pistola. Apuntó a una señora bajita con su carrito de la compra. Pasaba por su lado cuando la bala le atravesó el cráneo y cayó al suelo como un saco de harina caído de un segundo piso. El ruido estrepitoso y seco de aquella arma hizo que la gente de la plaza se agachase rápidamente y se girase, sorprendida y aterrada, hacia ese estruendo horroroso. La mujer quedó tendida en el suelo envuelta de un charco de sangre creciente, que se ensanchaba a gran velocidad. El líquido rojo derramado manchó las bambas de marca que hoy calzaba nuestro protagonista. El carrito volcado se despidió de las latas de cerveza que llevaba en su interior viendo como huían dando vueltas y se desperdigaban a lo largo de la plaza. Las palomas habían decidido que ése no era un lugar seguro y habían desaparecido todas. La gente chillaba y corría hacia todas las direcciones, empujándose y cayendo al suelo atrapada por un clima de pánico monstruoso hijo de aquel disparo.

Sintió como le hervía la sangre por sus venas. Se encontró cómodo en una situación que sospechaba que ya había vivido antes. Era una sensación agradable. Se acercó a los coches que huían e intentaban escapar dejando atrás la plaza y paró uno. El coche obedeció. El conductor, aterrado, tembloroso, no sabía como reaccionar. No llegó a oír lo que le decía pero supo que lo mejor era salir del vehículo. Alzó los brazos y vio como nuestro protagonista se introducía dentro de su auto y cerraba la puerta. Se sintió observado desde el asiento del conductor. Sonrió, y notó como le reventaba la cabeza de un inesperado disparo en la frente. Nuestro protagonista se escapó a través de la ciudad a todo gas.


Sabía que hoy era un día muy transitado. Los coches con los que se cruzaba zigzagueaban intentando sortearlo hasta chocar contra edificios, árboles o incluso atropellando los transeúntes que observaban la fuga atónitos. Se sintió vivo. Cuando llegó a su destino bajó del coche y respiró. Escuchaba de lejos las ambulancias y la policía que ya llegaban cerca de donde estaba. Entró en un portal y subió hasta el segundo piso. Abrió la puerta después de dar un par de vueltas con una llave que tenía guardada en el bolsillo. En el interior sus padres veían una película. Lo saludaron sin prestar atención y él se acercó sigilosamente al salón. Mientras miraban el televisor, volvió a sacar el revólver y lo descargó en su padre hasta que quedó esparcido a trozos en el sofá. El grito de su madre no duró mucho. Las últimas balas de la munición se terminaron en el interior de su garganta.


El comedor y el sofá estaban llenos de sangre. Las sirenas se oían al otro lado de la ventana. Había podido comprobar que todo aquello que había visto en películas americanas no tenía nada que ver con la experiencia vivida aquella mañana. Por eso se había comprado el último videojuego de moda. Estaba ambientado en Barcelona, la ciudad más bonita, maravillosa y excitante que había respirado nunca. Por fin, creía, que Barcelona estaba a la altura de las grandes ciudades donde los protagonistas de los videojuegos huyen, roban, asesinan y delinquen sin remordimientos. The Wheelman (así es como se titula el videojuego) le ha enseñado que esta ciudad no es peor que otras ciudades.

Escrito por Andreu Pérez Pons

sábado, 7 de junio de 2008

Esponjas y Pijamas

Uno de los estudios científicos más curiosos y al mismo tiempo más olvidado que ha pasado a la historia, fue el que hizo la universidad rusa de Irkutsk (Ирку́тск). El departamento de dermatología de la carrera de medicina, decidió hacer un experimento sobre diez mil cuatrocientos treinta y siete hombres analizando cuántos se duchaban con esponja y cuántos no lo hacían.
El primer paso que dieron fue entrevistar a todos los sujetos seleccionados haciéndoles una única pregunta: “¿Usted se ducha con esponja?”
Una vez obtenidas las respuestas, las clasificaron. Siete mil seiscientos treinta y ocho sujetos dijeron que no. Dos mil setecientos dijeron que sí. Noventa sujetos, que de vez en cuando y nueve dijeron que desconocían el significado de esponja.
Teniendo estos resultados, lo primero que hicieron fue descartar a los nueve individuos que desconocían el término usar esponja ya que alteraba el experimento, al no ser sujetos con capacidad de saber elegir. Los noventa que alternaban, los dividieron por la mitad y cada una se sumó a los del grupo del si y del no.
Una vez hecha la suma global, mostraron los resultados: Siete mil seiscientos ochenta y tres sujetos no se duchaban con esponja. Dos mil setecientos cuarenta y cinco si lo hacían.

La segunda parte del estudio consistió en preguntar por qué. Del grupo de los no, era porque la esponja te arrancaba los pelos del cuerpo y se quedaban todos en ella. Optaban por utilizar las manos del cuerpo para enjabonarselo.
Los del grupo del sí, era porque gastaban menos gel. Con una cantidad mínima de gel esparcida correctamente por la esponja, era suficiente para enjabonarse.

A la conclusión que llegaron fue que un setenta y tres coma cinco por ciento de los varones no usaban esponja para ducharse.

El problema que se encontró la universidad rusa de Irkutsk (Ирку́тск) fue que ningún medio de comunicación atendiese ni recogiese la noticia para publicarlo. La consideraban simplemente absurda. Este estudio tuvo que ser archivado y guardado para siempre.

Sólo una vez más ocurrió una cosa parecida; cuando la universidad finlandesa de Hyvinkää (en sueco Hyvinge) realizó un estudio sobre cuántos hombres dormían por la noche con pijama y calzoncillos y cuántos sólo dormían con el pijama.

sábado, 24 de mayo de 2008

Finales alternativos II

Me despierto en mi cama y miro el reloj. Las nueve y dieciocho de la mañana. Me he quedado dormido. No voy a llegar a tiempo para despedirme de ella. Si su vuelo sale a las diez de la mañana y yo me tengo que vestir, asear y conducir hasta el aeropuerto, seguro que cuando llegue, ella ya estará en los cielos y ya nunca volverá.

De todas maneras, lo nuestro había acabado.

Acabó todo cuando se me ocurrió abrir mi jodida boca para decirle que había disfrutado más acostándome con su amiga que con ella…. Obviamente, no era verdad. Fue un arrebato que tuve. Duele mucho ver como echas por tierra una relación, como pierdes, sin poder hacer nada por remediarlo, una mujer que te ha querido y te ha dado todo lo que tenía a cambio de nada.

Ya no puedo hacer nada. La engañé con otra mujer y la desprecié.
Me lo tengo merecido.
Ha decidido irse a Londres a trabajar. Ha querido alejarse de todo y empezar una nueva vida.

Bueno, ya que estoy despierto iré a la cafetería de abajo a desayunar. Ojala esté la camarera del otro día, tiene un cuerpo impresionante.

Está sonando el teléfono. (¿Será ella?) No seas estúpido. Hazte a la idea de que jamás volverá a ponerse en contacto contigo.

-Si, ¿dígame?
- … Soy yo.

(¡Es ella!)

- ¿Te quedas al final?
-No te hagas ilusiones. Sólo quiero decirte una cosa..
- Escucha, no te vayas. Te pido que me des una oportunidad. Ya verás como voy a cambiar.
- No me interrumpas y escucha lo que te voy a decir. Estuve muy enamorada de ti. Durante todo este tiempo he sacrificado algunas cosas de mi vida por estar contigo. No acepté un trabajo en otra ciudad por quedarme a tu lado. Te apoyé y estuve a tu lado en todas las decisiones que tomaste y que luego no te salieron bien. Te ofrecí mi hombro cuando llorabas por sentirte un desgraciado. Pero tú nunca has visto más allá de tu persona. Lamentablemente siento haber perdido el tiempo contigo.
Me doy cuenta que nadie merece estar a tu lado y ojalá que te quedes solo para siempre. Me has roto el corazón pero yo se enfrentarme a esto y podré reponerme. Tú en cambio, jamás has sabido enfrentarte por ti sólo a los problemas.
Te dejo definitivamente. Haces el ridículo diciendo que puedes cambiar. Nunca cambiarás. Serás siempre un egoísta. Me decías que me querías y al mismo tiempo me eras infiel y yo mantuve mi amor, siempre intacto, a ti.
Adiós y hasta nunca.

- Oye, una cosa…

Ha colgado. Tenía ganas de desahogarse la chica. No es la primera vez que me sueltan todo este rollo.
Bueno…
Me voy a vestir y paso por la cafetería a ver si está la camarera esa. La puedo invitar a salir esta noche, espero que diga que sí y no sea otra estrecha de esas.

viernes, 23 de mayo de 2008

Finales alternativos I

Me despierto en mi cama y miro el reloj. Las nueve y dieciocho de la mañana. Me he quedado dormido. No voy a llegar a tiempo para despedirme de ella. Si su vuelo sale a las diez de la mañana y yo me tengo que vestir, asear y conducir hasta el aeropuerto, seguro que cuando llegue, ella ya estará en los cielos y ya nunca volverá.

De todas maneras, lo nuestro había acabado.

Acabó todo cuando se me ocurrió abrir mi jodida boca para decirle que había disfrutado más acostándome con su amiga que con ella. Obviamente, no era verdad. Fue un arrebato que tuve. Duele mucho ver como echas por tierra una relación, como pierdes, sin poder hacer nada por remediarlo, una mujer que te ha querido y te ha dado todo lo que tenía a cambio de nada.
Ya no puedo hacer nada. La engañé con otra mujer y la desprecié.

Me lo tengo merecido.

Ha decidido irse a Londres a trabajar. Ha querido alejarse de todo y empezar una nueva vida.

Está sonando el teléfono. (¿Será ella?) No seas estúpido. Hazte a la idea de que jamás volverá a ponerse en contacto contigo.

-Si, ¿dígame?
- Hola, perdone ¿es usted Alex Subirachs?
- Sí ¿quien llama?
-Por favor tiene que evitar que el vuelo número 5284 de Easyjet con destino a Londres, de las diez de la mañana, despegue del aeropuerto. Ese avión no va a llegar a su destino.
- Pero !qué coño me dice¡ ¿Quién es usted?
- Quién sea yo, no importa. Preocúpese de usted. Tiene que evitar que ese avión despegue.
- Gilipollas. A qué coño viene todo esto.
- Usted es Ramón Subirachs. Psiquiatra. Trabaja en el Hospital 12 de Octubre.
- Cómo sabe todo esto.
-Me lo pone aquí en la nota.
-Qué nota.
-La nota que me han enviado por correo. Me dicen que le avise. Que impida que el avión acabe estrellándose en Londres.
-¡Es un programa de radio! ¡Es una broma! Qué coño es todo esto.
-No lo sé. A mí Me pone esto. Añaden su número de teléfono y su nombre. No tengo remitente….. Oiga, no deje que haya un accidente. Si ha sido usted elegido, haga algo.
- !¿Qué si he sido elegido?¡

(No entendía nada. Me estaba exigiendo un fulano, que fuese a impedir que un avión se estrellase. Qué pretendía, ¿que fuese al aeropuerto y le quitase las llaves de contacto al piloto?…. ¿Que fuese a la policía y contase esta extraña conversación? A qué venía todo esto.

- Mire, señor misterioso, son las nueve y veinticinco, si el avión sale a las diez ya no hay tiempo de nada. Haberlo pensado antes….

- Aún puede haber tiempo. Inténtelo. Corra. No le hago perder el tiempo.Cuelgo. Buena suerte.

Pero…. ha colgado. …
¿Será verdad?….todo lo que ha dicho.
En ese caso ella…..morirá.
Bueno, de todas maneras ya no iba a volverla a ver jamás.

martes, 20 de mayo de 2008

" Eres el producto de tu entorno. Por eso no puedes ver nada que esté fuera de tus costumbres y de las convenciones sociales de las que estás impregnado. Si quieres ver más allá, libérate antes de tu forma habitual de interpretar los hechos."
Swami Prajnanpad


...Somos una sociedad en la que nos creemos con derecho a una serie de cosas y no tiene por qué ser así. Estamos acostumbrados a una forma de vida que si nos vemos fuera de ella no sabemos comportarnos. La gente se asusta.
¿Por qué somos tan convencionales?

domingo, 18 de mayo de 2008

El Limpiabotas...


Cuando crees que ya no ibas a volver a ver a un limpiabotas por las calles de la ciudad, te encuentras a uno en Barcelona.
Los limpiabotas, recuerdos de fragmentos de películas en blanco y negro, recuerdos de historias narradas por los abuelos.

El limpiabotas, forma parte del paisaje de Las Ramblas.

Las Ramblas; colorido étnico, cultural, arquitectónico. Lugar de paso para los barceloneses. Lugar exótico para los turistas. Lugar de oportunidades para los truhanes, para los carteristas sinvergüenzas, para las estatuas vivientes, para los inmigrantes sin permiso de residencia, para los dibujantes, retratistas y caricaturistas...
...y también para un limpiabotas.

Pasa mucho tiempo esperando el limpiabotas.
Mientras lo hace, lee el periódico, hace crucigramas u ordena su caja de herramientas. La gente del barrio le saluda y él les da los buenos días. Habla con el quiosquero del tiempo y del fútbol.

Un caballero se acerca y se sienta el la butaca.
El liampobotas empieza a hace su trabajo.
Es un artesano perfeccionista.

Acaba y el caballero engominado le paga.
Es poco lo que cobra. No se hará rico, él ya lo sabe. Su profesión se extingue.

Paso por su lado y le saludo "buenas tardes"
"Buenas tardes" responde él. Me alejo y desaparezco entre la masa de gente que recorre las Ramblas.
Hasta otra vez, si es que todavía sigue ahí.

sábado, 29 de marzo de 2008

Entre bastidores...

Era domingo y caminaba por la calle París sobre las tres de la tarde. La luz del sol invadía todo el espacio. A mi me daba la sensación de estar en otra ciudad. Las calles de Barcelona tienen la peculiaridad de cambiar de imagen en función de los días de la semana. Es una ciudad de diferentes escenarios de un teatro. Yo recorría los bastidores de ese teatro.
Observaba que las terrazas de algunas cafeterías estaban vacías y cuando me asomaba al interior del local sólo veía a dos o tres personas tomando un café o una cerveza. Los domingos son días de reposo y de refugio en las casas para todos los ciudadanos.

Llegué a la calle Enrique Granados y subí hacia la Avenida Diagonal. Al llegar al cruce con Paseo de Gracia, me encontré con el obelisco, hermano menor del que está en la plaza de la Concordia en París. Al fondo distinguía la casa de las Puntxas y si miraba hacia el mar, podía observar dos figuras relucientes y altivas. Hijas de Gaudí, corales de mar, siempre posando para sus visitantes. La casa Batlló y la Casa Milà.

Subo por la calle Mayor y me pierdo por las pequeñas calles del barrio de Gracia. Llego a la plaza del Diamante y pienso en la descripción que Mercè Rodoreda hizo de ella en su libro: la plaza era como una caja vacía hecha de fachadas de casas viejas y el cielo como tapadera.

Cuando llego a la calle Verdi alguien me coge la mano. Es ella que me estaba esperando. Sonríe y yo hago lo mismo. La beso y la acaricio el pelo.
A dónde quieres ir.
A descubrir la ciudad.
Por dónde empezamos.
Por donde tu quieras…..

lunes, 24 de marzo de 2008

El sexazo

Hace tiempo salí con una chica que era muy fea. Se llamaba Mariela, medía un metro y setenta centímetros y pesaba noventa y cinco kilos.
Cuando salíamos a pasear por las calles de Barcelona siempre nos encontrábamos con gente que se la quedaba mirando y arrugaba la cara. Lo mismo cuando íbamos al cine, la gente no quería sentarse a nuestro alrededor. Mejor para nosotros, así nos dábamos el lote sin molestar a los vecinos.

Tenía una nariz chata como la de un cerdito, unos ojos brillantes y hermosos como dos estrellas, unos labios que sabían a melocotón y una piel que olía a brisa de mar.

Mis amigos se quedaban a cuadros cuando nos veían. No entendían qué hacía yo con una chica tan fea. Me decían que la dejase y que ellos ya me presentarían a otras mujeres con mucho mejor tipo y guapas. Yo les decía que no y ellos me preguntaban por qué. Yo les contestaba que lo maravilloso de esa chica es que era una máquina de hacer el amor. Te quitaba la ropa en un plis plas, te cogía por todas partes, te ponía abajo, arriba, te movía de un lado a otro, debajo de la cama, encima del armario…. Sabía lo que hacía. Yo no tenía sexo con ella, yo tenía un sexazo con ella. Y después de todo, cuando yo ya estaba totalmente agotado, me hacía unos masajes im-presionantes, y no precisamente con las manos…..
Cuando contaba esto a mis amigos sus ojos se ponían como platos y se quedaban con la boca abierta.
Estuvimos saliendo un año y tres meses. Lo dejamos porque ella quería casarse y crear una familia y yo no estaba preparado para eso. Ella necesitaba un hombre que pensase como ella, que también tuviese ilusión por crear una familia y que le gustasen los niños.
Estos días de semana santa los he pasado en Sitges con parte de mi familia. Ayer domingo, cuando salía a dar una vuelta con mi sobrino Javier que tiene once años e íbamos hacia el puerto, me encontré con Mariela. Nos dimos un abrazo muy fuerte y dos grandes besos en las mejillas. Estuvimos charlando sobre qué tal nos iba todo, nuestro trabajo, la familia…. No le pregunté si estaba saliendo con alguien y ella tampoco lo hizo. Después nos despedimos.
Mi sobrino me preguntó que quién era y yo le dije que fue una antigua novia mía. Mi sobrino se quedó pasmado
¿Esa niña tan fea era tu novia? Buagggg
Yo le dije que tampoco era para tanto. Está claro que no le podía explicar lo del sexazo y lo de los masajes.

Cuando regresábamos a casa, el sol se ocultó y empezaron a salir las primeras estrellas. Yo las miraba y me recordaban a los ojos brillantes y hermosos de Mariela.

jueves, 20 de marzo de 2008

LA BLOG....ESFERA

Y eso que estaba ahí delante del espejo y me miraba, hoy voy a triunfar, me decía. Estaba hecho un dandi, guapísimo, tenía mi mejor ropa puesta y me había echado desodorante Axe por todo mi cuerpo. Hoy no me vuelvo a casa sin haber triunfado.
Iba a ir a una fiesta de un amigo del amigo del Roncas. Menuda la que se podía armar, cuantas más chicas mejor, siempre decíamos.


Y efectivamente, se triunfó, todo el mundo triunfó, menos yo, como siempre. Y eso que ya la tenía en el bote. Fue el momento de decirle que trabajaba en una librería y que era escritor cuando me dijo que la excusase, que tenía que ir al lavabo porque tenía mucho pipí. Y ya no la volví a ver más. Estuve esperándola durante treinta minutos en el mismo sitio donde me dejó. Luego me enteré que se había ido de la fiesta con otro grupo hacía veinticinco minutos. Qué se le va a hacer, mala suerte chico, eso es lo que siempre me decían mis amigos.

La próxima vez le digo que soy arquitecto o ingeniero de caminos.
Bueno, a lo mejor me dejó, no por lo que me dedicaba, si no, porque debía de ser un rollazo de persona o tenía mal aliento o estaba borracho y yo creía que controlaba la situación….

Pero lo bueno de todo fue que a la semana siguiente, esa chica, entró en la librería donde yo trabajaba. Ella me vio y yo la ví. Los dos nos quedamos mirándonos. Empezó a acercarse a mí, yo alucinado. Esta vez tenía que superarme, le tenía que demostrar que era el tío perfecto y que no se iba a arrepentir si salía conmigo.
Total que se me acerca a mí y me pregunta si ya nos ha llegado el libro ese de los blogs. Qué libro es ese, le digo. Es un libro que han publicado esta semana y recoge los cien mejores textos encontrados en los blogs españoles. Miro en el ordenador, nuevos pedidos, ahí estaba, “Las cien mejores entradas en la blog-esfera española” No nos llega hasta dentro de quince días, le digo. A vale, dice ella. Y luego me suelta:
- Oye, ¿no nos conocemos de algo? Tu cara me suena…. ¿Tu no eres el hijo del portero?
¡Venga ya con esta tía! Le estuve comiendo la oreja casi una hora, el otro día en la fiesta y me suelta esto.

- No, no soy el hijo del portero. Nos conocimos en la fiesta de Jaime. El que la celebraba en su casa de la calle Castillejos. Estuvimos charlando un buen rato.

- Pues ahora que lo dices, puede que sí. Bueno me voy. Adiós

Y la tipa se fue. Y me quedé con una cara de imbécil total. Crees impresionar a alguien para luego descubrir que ni puto caso.

Bueno, hay más chicas en el mundo.

Y eso que llegué por fin a casa.
Me fui directo al ordenador a seguir escribiendo mi libro. Hoy no estaba muy inspirado. Sólo pude escribir dos páginas..
Luego pensé en el libro que mencionó (mi amor imposible) y me puse a leer algunos blogs por internet. No me imaginaba la cantidad de blogs que había por la red. Casi todos eran de un nivel muy bueno.
Luego descubrí uno que se llamaba Caballo de Troya. Vaya tostón de blog. Menudo coñazo. Este no entraba en mi lista. Bastante cursis las entradas…..

Después de un rato de navegar y leer blogs, decidí irme a la cama. Antes, me fumé un canuto y eché un pis bien largo.

lunes, 10 de marzo de 2008

BOCATECA....


Para todos aquellos momentos en que llueve un domingo por la tarde y no tienes muchas ganas de salir de tu casa.

Miras por la ventana y ves las calles solitarias y mojadas. La abres y quieres saber a qué huele la lluvia.

Es difícil describir a qué huele la lluvia.
Te sientes protegida en tu casa. Esta vez quieres refugiarte de esa luz gris, desentonada, que aparece en el cielo siempre que llueve.
Un rato de conversación por teléfono.
Hablas y aunque no puedas ver a tu interlocutor, sientes que lo tienes a tu lado. Que te habla al oído, que te mira.
Le empiezas a contar que te gusta una palabra, bocateca. Le cuentas que hay una cafetería librería cerca de tu casa y sueles ir ahí para tomar el cortado de las tres y treinta de la tarde. Le dices que sólo tiene cuatro mesas, literalmente.
A parte de pedir una consumición puedes comprarte un libro.
Tienen una pizarra que en vez de decir bocadillos dicen bocateca. La palabra te gusta mucho y se la repites tres veces : bocateca, bocateca, bocateca.
Os reís juntos.
También le dices que en esa cafetería hay colgado de la pared una hoja donde hay un texto escrito por Borges. No lo recuerdas todo, sólo una frase que dice así, los hombres han creado los libros que son una extensión secular de su imaginación y de su memoria.
Te dice que es una bonita frase, que a ver si le invitas a ir ahí a tomar un café. Él prefiere ir de acompañante tuya a ir solo.
Tú le recuerdas que hace poco descubriste un blog llamado Caballo de Troya y se lo recomiendas ya que un amigo tuyo colabora en el. Te dice que si tiene tiempo le echará un vistazo.
Al final os despedís. Cuelgas el teléfono y vuelves a mirar por la ventana. Ya ha dejado de llover.


domingo, 9 de marzo de 2008

Lo que uno piensa a veces.....

Cuando quieras cepillarte los dientes, coge la pasta dentífrica y úntala en tu cepillo como untas la mantequilla en la tostada.


Woody Allen, en su película Annie Hall, cuenta el siguiente chiste,
"Un tipo va a la consulta de su médico: doctor, mi hermano está loco, se cree que es una gallina.
El doctor le responde: y por qué no lo lleva a un manicomio.
Y el tipo le contesta: pues porque necesito los huevos..."

Acto seguido Woody Allen hace la siguiente reflexión: "
Sobre las relaciones humanas son totalmente irracionales, locas y absurdas pero supongo que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos."


El político miente y por eso obtiene votos. Nosotros le votamos sabiendo que miente. Si el político dijera la verdad y nosotros supiéramos que está diciendo la verdad, jamás le votaríamos.

Es muy importe que todos los hombres del mundo sepan que no se pueden quitar los pantalones si antes no se han quitado los calcetines. Un hombre en gallumbos o desnudo, con los calcetines puestos, hace más ridículo que ese del "....Perrea, perrea, baila el chiqui chiqui..."

jueves, 6 de marzo de 2008

Propósito 3: No sonreír por la calle

Propósito 3. Voy caminando por la calle y noto su presencia. Esperan a que haya un contacto visual entre los dos para abalanzarse hacia ti y ¡zas! Estamos perdidos. Me refiero a aquella especie tan molesta de personas que nos encontramos por la calle con carpetas en la mano intentando captarnos para hacernos encuestas o vendernos cualquier producto o marca. Los más conocidos son los que representan ONGs o asociaciones benéficas. Seguro que todos los conocemos.

Me sigue sorprendiendo la cantidad de gente que aún cae en sus garras y se deja unos minutos valiosos de su tiempo en algo que no se van a involucrar. Conocemos a alguien que ha caído y se ha subscrito al Círculo de Lectores por su oferta inicial, y luego se ha acabado dando de baja por no seguir pagando. O también a aquel quien se ha emocionado con la historia de no se qué ONG y ha empezado a contribuir con ciertas donaciones.

Estamos en un punto que nos inundan con publicidad por todas partes y estamos hartos de que nos invadan nuestro espacio vital constantemente para hacernos llegar inmejorables ofertas o regalos fantásticos (eso sí, siempre que acabes pagando una colección inacabable). Se ha acabado nuestra paciencia y no queremos que nos interrumpan por la calle. Por eso, desde mi humilde lista de propósitos, propongo que aquellos que, como yo, están hartos de tener que cambiar de acera cuando ven a vendedores ambulantes en la calle, provoquen una cara de mala leche, de desinterés total y de enfado, si es posible frente a ellos. Que no exista la sonrisa en nuestras caras puede ayudarnos a que los buitres comerciales de la calle decidan que no somos buenos receptores de sus punzantes mensajes.

Se ha caducado la fórmula de abordarnos por la calle y deberán saber buscar nuevas fórmulas para captar nuestra atención. Pero lo interesante será que sepan encontrar la forma de despertar nuestro interés pero que no nos sintamos violados como hoy nos hacen sentir. Mientras tanto, como seguirán existiendo en cada esquina y en cada salida del metro, propongo hacerles mala cara y saber decir un falso: “No tengo tiempo” o “No me interesa” sin saber de qué se trata.


Escrito por Andreu Pérez Pons

lunes, 3 de marzo de 2008

Como un relato de Paul Auster II....

Me puse unos zapatos y salí corriendo a la calle. Llegué al bar y ahí estaba aquel tipo del teléfono con mi paquete debajo de su brazo...

Su apariencia pasaba desapercibida entre la multitud. Su aspecto era muy corriente sin nada que destacase en su rostro ni su manera de vestir. Pero supe que era él por su mirada que se clavó directamente en mis ojos cuando traspasé el marco de la puerta para entrar en el bar.

- Marcos Garcel, ¿verdad?
- ¿Se puede saber de qué se trata todo esto?
- No sabría qué contestar a esta pregunta. Yo sólo acepté el trámite de esperar dos años y entregarle este paquete.

Me acercó el misterioso paquete y lo dejó encima de la mesa que tenía justo a mi izquierda. Seguidamente dio un paso atrás advirtiendo mi asombro en tal situación. No noté ninguna intención en sus movimientos y, seguramente, él sentía tanta descolocación como yo. Bajé la mirada hacia aquel paquete. No hubiese adivinado nunca su contenido. Era un paquete amorfo, del color marrón de aquel triste papel que lo envolvía. Antes de recoger el paquete, sin salir aún de mi asombro, volví a dirigir mi mirada en el tipo que había dejado ese paquete en la mesa. Seguía allí de pie sin inmutarse.

- ¿Quien eres? ¿Quién te ha dado esto? ¿Qué es?
- No lo sé. Hace justamente dos años llegó a mi buzón este paquete y, tal como te he dicho, me llamaron diciéndome que tenía que entregártelo hoy a esta hora.

Miré mi muñeca izquierda buscando el reloj cuando me di cuenta que me lo había dejado en la mesilla de noche. El reloj de la pared marcaba las 2.44 y no sé por qué motivo, la situación de las agujas del reloj me resultaba inquietantemente familiar. Sentí miedo por primera vez.

- ¿Y quien eres tú?
- Me dijeron que no se lo dijese.
- ¿Cómo que no? ¿Por qué motivo?
- No lo sé.
- ¿Quién se lo pidió?
- No lo sé.
- ¡No me creo nada de esta historia!
- A mi me dijeron que te diera este paquete y ya he cumplido con mi misión.

Supongo que ahora empieza la tuya.

- ¿La mía? No entiendo.

El hombre hizo un gesto buscando la puerta y avanzó para irse. Lanzó un último vistazo al paquete que seguía encima de la mesa y cruzó la puerta. No supe cómo reaccionar y me quedé plantado sin decir nada dejando que se fuera del bar. No lo seguí ni con la mirada. Mis ojos se quedaron encima del paquete cuando escuché la campana de la iglesia que había dos calles al norte del bar que marcaba los tres cuartos. Sin saber el motivo, alargué la mano hacia el paquete, lo tomé y volví rápidamente a mi casa, al lado de la librería donde trabajaba. Me sentí observado mientras cruzaba la calle. Intuí en aquel momento que acababa de entrar en un extraño juego del que no me gustaría participar. Y del que no sabría salir.

Escrito por Andreu Pérez

viernes, 1 de febrero de 2008

Jamás podré entender

Jamás podré entender tus manos.
Que se mueven silenciosas y aparecen repentinas.
Que las pierdo y que me pierden cuando acarician las mias.

Jamás podré entender tus ojos.
Que se encienden y se apagan como la noche y el día.
Que me inundan en sus aguas tan azules como frías.

Jamás podré entender tu cabello.
Que se enreda y que me atrapa mientras juega con tu cuerpo.
Como sombra de una rama que es mecida por el viento.

Jamás podré entender tu huida.
Ni tampoco, jamás, tu regreso.

ENE (el de Madrid)

A sólo catorce kilómetros (BIS)

¿Quién lleva preso a quién?

Este es el juego visual al que nos enfrentaba Oliviero Toscani, invitándonos a reflexionar sobre los prejuicios de la sociedad occidental. Afortunadamente también consumimos moralidad.

Por el de Madrid

miércoles, 30 de enero de 2008

A sólo catorce kilómetros...

Vivimos en un continente y país pobre, en una región desértica, en un pueblo sin agua…..
Éramos cuarenta y ocho habitantes. Nos sentíamos desdichados por que no había una salida a nuestra desgracia. Nuestro país era un desastre. Después de que se fuesen nuestros colonizadores, nos dejaron lo peor de la clase política. En vez de crear una democracia e implantar derechos civiles y humanos, se volvieron tiranos y corruptos. Nos abofetearon en la cara, nos dieron órdenes y nos “encadenaron” de pies y manos.

Y aquí nadie hizo nada para salvarnos. Otros, se limitaron a matar a los que estaban en el poder para ponerse ellos en su lugar y seguir gobernando de la misma manera, tiranizando al pueblo.

Matar a otros humanos no resuelve nada.

Harto de todo, decido empeñar todos mis escasos bienes para poder pagar un viaje al otro continente. Ese que todos hablan y que le llaman el de la esperanza. Me llevo a mi familia conmigo. Quiero que mis hijos crezcan con dignidad y que tengan un futuro próspero. Queremos encontrar trabajo, ganar dinero, poder comer…..

Mañana salimos desde la playa. Seremos veintiocho personas. Iremos en esos barcos de pescadores. Menos mal que la distancia no es muy larga, alrededor de catorce kilómetros.

Por fin llegaremos al continente del hombre negro.

África.

Ahí nos ayudaran. Nos darán trabajo y nos pagarán por ello. Le digo a mi hijo que no sufra, por si ve que es rechazado por el color de su piel. Aunque nosotros seamos blancos, esa va a ser la única diferencia entre ellos.
Da igual donde empecemos a trabajar. Me han dicho, que siempre nos colocan para el servicio de la limpieza, de paleta o en el campo. Bueno, todo trabajo es digno de hacerlo y si te pagan, mucho mejor. Yo sólo quiero comer y dar de comer a mis hijos.

Por fin nos iremos de este continente, Europa, para no volver nunca más. Ojalá encontremos la prosperidad en África y podamos quedarnos para siempre en el continente negro.

Escrito por el de Barcelona

sábado, 26 de enero de 2008

¿ Dónde está el busto de Jim Morrison?

Hoy empiezo la mañana hablando por teléfono con mi amigo Joan. Me comenta que tiene que comprar un regalo para una amiga suya, que hoy es su cumpleaños. Le sugiero que le regale un libro. Luego pensamos en otras cosas. Concluimos que esto de hacer regalos es complicado; tanto si es para una chica como si es para un chico. Como conclusión decidimos que es mejor celebrar los cumpleaños sin regalos, así evitas que la gente tenga que pensar qué regalo va a comprar este año. Es muy importante no repetirse y no caer en los tópicos.

Mientras hablo con él, me preparo el desayuno. Hoy me decanto por los cereales. Lo que más me gusta es mezclar tres o cuatro tipos de cereales en un mismo bol. Suelo comprar de tipo All Bran, naturales o con sabor a yogur, chocolate; los tipo müesli o del tipo copos de maiz,como esos del gallo Kellogg´s. ( A mi primo Nacho le encantan estos últimos)

Después hablo con mi sobrino Javier, que tiene once años, y quedamos para ir esta tarde al cine a ver la película de Mortadelo y Filemón.

Pongo la radio mientras me ducho. Escucho RNE radio 3. A las diez de la mañana empieza un programa que se llama Mundo Babel. Lo hacen los sábados y domingos. A parte de hablar de música, también hablan de otros temas como ciencia o internet.

La primera vez que escuché el programa, hablaban de los blogs escritos por mujeres. Invitaron a lamaladelapelícula, labuenadelapelícula, gina y mujeres tic (espero que no me haya olvidado de nadie más)
Fue un programa estupendo y me animó a dar el último paso para crear este blog (junto con Nacho y Andreu)
En un momento de la entrevista alguién dijo una frase que al final se quedó como resumen del programa. La reproduzco con permiso de las invitadas: "Las mujeres son de Linux y los hombres de Windows"

Después de ducharme, me visto y me siento animado para escribir en el blog. Mientras escribo lo que leéis, llama mi hermana por teléfono. Charlamos un rato. Ella vive en Francia. Comentamos la estafa de un agente de Bolsa al banco Société Général, menudo marrón.

Acabo comentando, que esta semana nos hemos enterado del fallecimiento del actor de cine Heath Ledger con sólo veintiocho años de edad.
Jim Morrison, cantante de los Doors, también falleció a esa edad, en el año 1971 en París.
Está enterrado en esta ciudad, en el cementerio de Père -Lachaise. Su tumba se ha convertido en un centro de peregrinaje para fans suyos y turistas en general (como yo).

En el cementerio de Pére- Lachaise está enterrada gente como Balzac, Chopin, Edith Piaf, Oscar Wilde........ y sólo la tumba de Jim Morrison, es la única que está custodiada las veinticuatro horas del día. Quieren evitar que los fans incondicionales, organicen fiestas en ella, en honor a él o se lleven la lápida. (Antes había un busto de Morrison y en los noventa lo robaron.)

Escrito por el de Barcelona

domingo, 20 de enero de 2008

Como un relato de Paul Auster...

Eran las 2:23 am cuando encendí el último cigarrillo Winston que me quedaba en la cajetilla. Me acerqué a la ventana y me puse a contemplar los pocos coches que pasaban por la calle.
De repente sonó el teléfono. Di la última calada al cigarrillo, lo apagué en el cenicero y descolgué el teléfono.
- ¿Dígame?
- ¿Es usted el librero?
- Bueno, yo sólo trabajo en una librería. Eso no significa que tenga que ser librero.
- Pero usted vende libros ¿no?
- Sí, pero ceo que el librero es el dueño de una librería…
- ¿Usted se llama Marcos Garcel?

Ahí fue cuando me empecé a mosquear.

- ¡Me quiere decir, de una puñetera vez, quién coño es usted y que quiere!

Entonces me contó su historia…

- Perdone. Intentaré explicarme lo mejor posible. Hace 2 años me enviaron un paquete a mi casa y acto seguido recibí una llamada por teléfono, como la que usted está recibiendo ahora. Me dijeron que guardase el paquete y que al cabo de 2 años, cuando fuese las 2:35 am le llamase a usted para entregárselo.
- ¿Le dieron mi número de teléfono?
- Así es.
- ¡¿Quién?!
- No me lo dijeron.
- ¿Ha estado guardando ese paquete todo este tiempo sin saber qué era y encima para entregarlo a una persona desconocida?
- Sí
- ¡Pero usted no preguntó nada!
- No me dieron respuesta a estas cosas.
- ¿Me está tomando el pelo?
- No. Mire, le llamo desde el teléfono del bar que está enfrente de su casa. Creo que se llama “Marcel”. Si usted quiere yo subo a su piso y le entrego el paquete o viene donde estoy yo y aquí se lo entrego.
- Prefiero ir donde está usted.
- Por cierto….. no se preocupe por los cigarrillos.
- A qué se refiere
- Que si se ha quedado sin cigarrillos, no se preocupe, aquí venden Winston.

Dirigí mi mirada hacia la cajetilla. Efectivamente estaba vacía. Cómo demonios sabía aquel hombre esto. Esto no podía ser real. Esto era más propio de un relato de Paul Auster (cómo se llamaba ese libro…. ¿Ciudad de cristal? ¿Fantasmas? ) o de alguna película o para un blog de esos….

- ¿Usted cómo sabe esto?
- Porque me lo dijeron. Me comentaron que a lo mejor usted necesitaba de sus cigarrillos y que escogiese ese bar porque ahí los vendían.

Me puse unos zapatos y salí corriendo a la calle. Llegué al bar y ahí estaba aquel tipo del teléfono con mi paquete debajo de su brazo…….
…..
…..

Esta historia se puede continuar con una trama hacía delante o hacia atrás………
Escrito por el de Barcelona