HISTORIAS DE NUESTRA GENERACIÓN

martes, 21 de octubre de 2008

Verdad o ficción

- Qué os pasa, por qué os quedáis mirándome. Os aseguro que yo ese nombre me lo inventé. Pura coincidencia.

- Abril, ¿estás segura? Ese nombre ¿no lo sacaste de algún sitio? -Le pregunté.

- Alfonso, pero tú eres tonto. Eres bastante ingenuo. Si te digo que la historia del maltés me la inventé, es que me la inventé. Además, la foto era tuya, la sacaste del water del piso en el que vivías de estudiante. Y os quiero decir otra cosa a vosotros tres, ¿os habéis dado cuenta que este paquete no lleva sellos ni ningún membrete de correos, sea español o maltés?

- En eso tienes razón- contestó Andréu – A mí me parece esto como si fuese una broma. Esto no tiene sentido. Nuestras historias, la mayoría son ficticias. Es una casualidad increíble que coincida con algo que exista de verdad.

- Pues a lo mejor puede ocurrir de verdad -les dije yo- Puede ser que de la imaginación de una persona, crea una historia, con algún personaje y dé la coincidencia de que ese personaje exista de verdad. Nunca había visto algo semejante, pero puede ocurrir.

- Yo estoy con él - dijo Nacho- Es algo sorprendente, pero a la vez posible. Una persona en una parte del mundo se inventa una historia, con un personaje y un lugar y no sé cómo, esa persona existe de verdad justo en ese lugar, en otra parte del mundo. ¿Por qué no iba a producirse esta situación?

- Me sorprenden vuestros comentarios-respondió Abril.

- Dime una cosa Abril-le dijo Andreu- de dónde sacaste ese nombre.

- Yo que sé, no me acuerdo. Buscaba nombres que sonasen raros, que no fuesen reales, nombres extravagantes. Alenpoi lo escribí por no poner Alexander y ese apellido Horcvak, pues... no sé, no me acuerdo, empecé a poner letras hasta formar este vocablo.
Mirar chicos, esto es una broma. No le deis más vueltas. Cuántas veces hemos hecho nosotros esto, decírmelo. Ahora alguien se quiere vengar de nosotros, por decirlo de alguna manera.

- Yo soy de la opinión de Abril- exclamó Andreu- Cuántas veces nos hemos inventado historias, verosímiles, pero totalmente falsas y hemos dejado que la gente, nuestros amigos, se las creyeran.

- Siempre hemos sido unos ilusionistas de la narración, reconócelo Alfonso- me dijo Nacho.- Cuántos blogs hemos creado aparentando ser quienes no éramos. Cuantas veces hemos colaborado en foros inventando noticias y rumores que luego se han expandido velozmente. ¿No fuimos nosotros lo del whisky Baileys y la coca-cola? ¿Los famosos emails que si no los envías a tres, cinco o siete personas más ,se cumplirá la promesa, deseo o caerá la maldición eterna..?
Hasta esta librería forma parte de nuestra diversión. A quién se le ocurriría, en su propia librería, en su negocio, poner en una estantería libros falsos, para luego ver la reacción del cliente y reírte de él. Piensa que ahora mismo, alguien se está divirtiendo con esta carta y paquete.

- Pero mirar estas libretas, copias del diario, mirar la letra, las fechas, el tipo de papel. Están escritas en inglés, fijaos, muchísimas palabras en inglés. Cómo alguien puede sacrificar tanto tiempo, para gastarnos una broma, en rellenar todos estos cuadernos en otro idioma, y luego volver a escribir otros tantos folios en simular la traducción de los mismos. Yo me lo creo y voy a seguir adelante con esto.

- Qué quieres decir.

- Pues que empezaré a leer el diario de Alenpoi. ¿No tenéis curiosidad?

-No sé Alfonso, yo como no tengo nada que hacer, me quedaré aquí y te escucharé.

Así que mis tres amigos se quedaron conmigo para escuchar lo que les iba a narrar de la lectura del diario de nuestro amigo Alenpoi. Miré el reloj, eran las seis y ocho minutos de la tarde del domingo.

2 comentarios:

Alelí dijo...

que linda se está poniendo esta historia...me muero de intriga!!! quiero saber como sigue.
besos desde mi convulsionada argentina

Anónimo dijo...

Alelí está en lo cierto. La historia se está poniendo muy interesante. Se está dosificando muy bien y estoy cada día esperando la continuación. Y eso que yo soy uno de los protagonistas de la historia, pero mira, no me acuerdo de nada de lo que pasó...