HISTORIAS DE NUESTRA GENERACIÓN

sábado, 7 de junio de 2008

Esponjas y Pijamas

Uno de los estudios científicos más curiosos y al mismo tiempo más olvidado que ha pasado a la historia, fue el que hizo la universidad rusa de Irkutsk (Ирку́тск). El departamento de dermatología de la carrera de medicina, decidió hacer un experimento sobre diez mil cuatrocientos treinta y siete hombres analizando cuántos se duchaban con esponja y cuántos no lo hacían.
El primer paso que dieron fue entrevistar a todos los sujetos seleccionados haciéndoles una única pregunta: “¿Usted se ducha con esponja?”
Una vez obtenidas las respuestas, las clasificaron. Siete mil seiscientos treinta y ocho sujetos dijeron que no. Dos mil setecientos dijeron que sí. Noventa sujetos, que de vez en cuando y nueve dijeron que desconocían el significado de esponja.
Teniendo estos resultados, lo primero que hicieron fue descartar a los nueve individuos que desconocían el término usar esponja ya que alteraba el experimento, al no ser sujetos con capacidad de saber elegir. Los noventa que alternaban, los dividieron por la mitad y cada una se sumó a los del grupo del si y del no.
Una vez hecha la suma global, mostraron los resultados: Siete mil seiscientos ochenta y tres sujetos no se duchaban con esponja. Dos mil setecientos cuarenta y cinco si lo hacían.

La segunda parte del estudio consistió en preguntar por qué. Del grupo de los no, era porque la esponja te arrancaba los pelos del cuerpo y se quedaban todos en ella. Optaban por utilizar las manos del cuerpo para enjabonarselo.
Los del grupo del sí, era porque gastaban menos gel. Con una cantidad mínima de gel esparcida correctamente por la esponja, era suficiente para enjabonarse.

A la conclusión que llegaron fue que un setenta y tres coma cinco por ciento de los varones no usaban esponja para ducharse.

El problema que se encontró la universidad rusa de Irkutsk (Ирку́тск) fue que ningún medio de comunicación atendiese ni recogiese la noticia para publicarlo. La consideraban simplemente absurda. Este estudio tuvo que ser archivado y guardado para siempre.

Sólo una vez más ocurrió una cosa parecida; cuando la universidad finlandesa de Hyvinkää (en sueco Hyvinge) realizó un estudio sobre cuántos hombres dormían por la noche con pijama y calzoncillos y cuántos sólo dormían con el pijama.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos estudios son los que deberían ocupar las portadas y cabeceras de los medios de comunicación. No sirven de nada pero al menos nos dan pie a conocer en qué mundo vivimos. Ya hay demasiadas diferencias impuestas en nuestra sociedad como para que sigamos segmentándola y dividiéndonos. Tanto dinero y tiempo invertido en estos estudios sólo nos muestra la más común de las semejanzas: somos todos imbéciles (sin excepción).

Anónimo dijo...

Hola:

He leído la entrada y me ha parecido muy graciosa. Por lo que dices, creo que la conclusión a la que llegaron tras el estudio debió ser que los que usaban esponja eran más ahorradores (pues querían gastar menos jabón) y los que no la usaban, a parte de dispalfarrar, eran muy peludos y vagos (pues no les apetecía tener que limpiar luego el elemento en cuestión). Sin embargo, es una lástima que no le sacaran más enjundia al tema, y a partir de ahí hicieran un análisis sociológico que llevara a discernir unos rasgos comunes en la personalidad de los individuos pertenecientes a cada grupo. Lo que más me sorprende es que, por lo que parece, en su respuesta nadie alegó una razón de higiene o salud (la esponja limpia mejor, es más sano para la piel, etc). Todo ello nos hace concluir que aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y que por más que nos duchemos, básicamente por costumbre social, en el fondo seguimos siendo unos guarros.

Anónimo dijo...

Pues que quieres que te diga,... encuentro mas limpia una mano que una esponja,... ya que en la mayoría de casas las esponjas no se dejan para lavar luego, y encima la próxima persona que se ducha utiliza la misma,.. esto es una guarrada en toda regla.

Que viva el tacto con una mano para ayudarnos a conocer mejor y por las noches a dormir en pelotas, no???

Que lástima que se pierdan en el olvido estos estudios!!!

Anónimo dijo...

Vaya, pues es verdad eso de que somos unos guarros. Resulta que hay gente que tras ducharse no limpia la esponja, y encima la comparte con toda la familia. Lo que hay que ver...

PD: Yo (y sólo yo) utilizo la MÍA; es una de esas que son como una rejilla en forma de esponja natural. Van muy bien ¡porque hacen muuuucha espuma!

boticcario dijo...

A la larga el interesante estudio provocó la perestroika, cuando los que no usaban esponja descubrieron que el dinero que ellos se ahorraban y que según el artículo 55789083 de la constitución socialista soviética, se lo quedaban los miembros del politburó para construirse las dachas a las orillas del mar caspio.

Stultifer dijo...

Parece mentira que no den importancia a la estadística de ducharse o no con esponja. Desde aquí manifiesto que yo me ducho sin esponja.